Un tiroteo ocurre frente a la casa del alcalde agredido en tres ocasiones
Un tiroteo ocurrió la noche del domingo frente a la casa del alcalde de Montemorelos, Nuevo León, José Pablo Elizondo García, quien ha sufrido tres atentados con anterioridad, informó el director de comunicación social del ayuntamiento, Luis González.
Aunque medio locales y nacionales reportaron que la vivienda del edil fue atacada con armas de grueso calibre, el vocero aclaró que no fue un atentado contra Elizondo García, sino “una balacera que hubo cerca de la zona. No fue directamente hacia su casa" informó González a CNNMéxico.
El funcionario confirmó que no hubo muertos, heridos ni daños materiales, salvo una bala que impactó contra una camioneta que estaba estacionada frente a la vivienda, localizada a medio kilómetro de la cabecera municipal, en la comunidad El Desagüe.
Tras una llamada proveniente del domicilio del alcalde, cerca de las 21:30 horas, elementos del ejército, la Policía Federal y la policía estatal arribaron al lugar, cuenta González. El portavoz señaló que no hubo detenidos ni han identificado a los presuntos agresores.
El pasado 31 de octubre el alcalde y el secretario de Seguridad Pública de Montemorelos, Salvador Sepúlveda, fueron atacados a disparos cuando viajaban a bordo de una camioneta blindada, luego de que el edil inauguró una obra pública.
Días antes de ese atentado, la seguridad en el municipio pasó a manos de elementos de seguridad estatales y federales, así como del Ejército, luego de que el pasado 27 de octubre, 46 policías y agentes de tránsito municipales fueron detenidos en un operativo para investigar sus presuntos vínculos con la delincuencia organizada.
"Prácticamente ya no tenemos (uniformados municipales). Son oficiales estatales, federales y militares los que están a cargo de la seguridad en nuestro municipio", aseguró el edil en aquella ocasión a CNNMéxico.
El primer ataque contra Elizondo García fue una detonación de granada en su oficina; después recibió un arreglo floral con la leyenda: “Descanse en paz, señor alcalde”. Él atribuyó las agresiones como una respuesta a la estrategia de seguridad emprendida por las autoridades federales y militares en el estado contra la delincuencia.