Juan Sandoval, 17 años polémicos al frente de la iglesia de Guadalajara
Tras 17 años, Juan Sandoval Íñiguez no solo deja su cargo como arzobispo de Guadalajara, también deja su mayor reclamo al gobierno: el esclarecimiento del asesinato de su antecesor, Juan Jesús Posadas Ocampo.
“Lo reclamé mientras fui (arzobispo) y ahora que ya no soy, dejo el reclamo, como ciudadano podré decir que se aclare, pero ya no oficialmente”, dijo en una conferencia de prensa este mediodía tras el anuncio de su relevo al frente de la diócesis tapatía.
Sandoval sostiene que el asesinato de su antecesor fue un crimen de Estado y sus acusaciones y señalamientos lo enfrentaron con funcionarios como el exprocurador Jorge Carpizo.
El prelado, a quien se mencionó como posible candidato a suceder al Papa, y como refundador de los Legionarios de Cristo , aclaró que su imagen de confrontador y declaraciones ruidosas se la debe a los medios de comunicación, y aseguró que su trabajo ha sido hacia el interior de la feligresía.
“Ustedes piensan que toda mi vida ha sido pelearme con ustedes (reporteros) y con los políticos, qué en eso gasté mi vida, eso no es cierto… Yo no soy lo que ustedes pretenden que sea, el de las declaraciones de mucho ruido, eso es una figura que ustedes hacen, pero yo no soy ese”, advirtió.
Mostró su beneplácito por la llegada de “un buen pastor” a la diócesis y adelantó que en esta ciudad estará mucho más tranquilo.
“Los crímenes se ven en todo México y el arzobispo que viene para acá, pues en cierta manera va a descansar un poco, porque si Guadalajara anda mal, Monterrey está peor”, afirmó.
Sandoval agregó que no deja pendientes ni recomendaciones a su sucesor y que le entrega un diócesis en orden y con finanzas sanas.
“No seguiré mandando, eso está fuera de lugar, una vez que él tome posesión de la diócesis, él tendrá que responderle a la Santa Sede, no a mí y el sabrá por dónde la lleva (a la diócesis) o qué es lo que hace”, agregó .
El purpurado tapatío conserva el título de cardenal hasta la muerte, y dejará a los ochenta años (tiene 78) las ocho comisiones a las que pertenece en El Vaticano y una vez que entregue el mando se convertirá en arzobispo emérito.
En su calidad de sacerdote continuará impartiendo sacramentos, predicando y tendrá más tiempo para orar y hasta para escribir, dijo a los periodistas.
“También voy a escribir alguna cosa, así que estén pendientes”, dijo en tono de broma, lo que provocó la risa de los reporteros.
El cardenal tapatío se quedará a vivir en la quinta ubicada en el municipio de Tlaquepaque, donde reside desde que llegó a esta ciudad.
“La primera razón es porque no tengo a dónde ir, no tengo ninguna otra propiedad, nunca he conseguido ni un metro cuadrado para mí, y lo segundo es que la diócesis a la que he servido tiene la obligación de ver por mi casa y mi sustento”, enfatizó.
Sandoval Íñiguez confirmó que el Papa Benedicto XVI vendrá a México en marzo del próximo año y visitará la ciudad de León o Silao en el estado de Guanajuato.