4 horas de espera para disfrutar por 45 minutos la pista de hielo del DF
Una de las atracciones de las fiestas de fin de año en la Ciudad de México es la pista de hielo del Zócalo capitalino.
Largas filas aguardan hasta cuatro horas para poder conseguir uno de los brazaletes gratuitos que dan acceso durante 45 minutos a la pista. Las autoridades del Gobierno del Distrito Federal (GDF) calculan que en promedio ingresan hasta 4,800 personas por día, durante los 35 días que estará instalada.
La pista tiene una superficie artificial de 60 metros de largo por 40 de ancho, y se ha instalado desde hace cinco años para los habitantes y turistas de la capital del país.
Los patines se proporcionan en un sitio junto a la pista, pero antes de ajustárselos, cada patinador debe colocarse protectores dobles en los pies, medida higiénica que se ha aplicado debido a que los patines pueden ser usados al día hasta por ocho personas.
Aunque decenas de menores y adultos disfrutan sin complicaciones esta actividad decembrina, quienes no dominan el patinaje sobre hielo están expuestos a caídas que pueden ir desde un simple raspón, hasta una fractura.
Para auxiliar a los patinadores inexpertos, existe un equipo permanente de 100 monitores (personas que vigilan a los usuarios de la pista) que se encargan de enseñar los principios básicos del patinaje a los visitantes, y ayudar en caso de caídas y lesiones.
Enriqueta Hernández, una de las usuarias, dice que esta actividad le parece “fantástica”, aunque también se queja de que este año el GDF no haya instalado el tobogán de hielo y la zona infantil para crear muñecos de nieve.
A pesar de ello, dice ella, su hijo y sobrino se levantaron a las 5:00 horas para ir desde la zona conurbada hasta el centro de la capital. “Todos los años hemos venido y ya los niños saben más o menos patinar”.
¿Cómo se mantiene la pista de hielo?
Días antes de su apertura, el 4 de diciembre, el equipo técnico de la empresa estadounidense Ice Rink Events comenzó el proceso de instalación: nivelar el suelo de la plaza, colocar las tuberías que conducen el anticongelante que enfría el agua, instalar los compresores que regulan la temperatura, y finalmente, durante tres noches hacer el hielo de 10 centímetros de grosor.
Para mantener la superficie en óptimas condiciones, el equipo a cargo de Rigoberto González se encarga de supervisar durante el día y la noche las condiciones de la pista. El clima es el principal factor que derrite entre dos o tres centímetros por día el hielo de la superficie.
González explica que el mantenimiento de la superficie ya instalada es sencillo: “el único procedimiento que se hace es echar agua, dejar que durante la noche seque, ya para que en la mañana haya un hielo de muy buena calidad para que puedan empezar las sesiones”. Un hielo sin fisuras y liso es el ideal para patinar con seguridad.
Entre cada uno de los ocho turnos de patinaje, una máquina recorre la pista. Su operador se encarga de rociar agua la cual rellena los pequeños huecos que dejan los patines. El agua tarda menos de 20 minutos en congelarse.
El gobierno de la ciudad es el encargado de proporcionar la energía eléctrica y el agua necesaria para el mantenimiento de la pista. Sin embargo, las autoridades del GDF no han hecho pública la información sobre cuánto se gasta, tanto en la instalación de la pista, como en el suministro de energía y líquido.
En diciembre, en la capital mexicana todavía se alcanzan los 22 grados Celsius durante el día. El patinaje sobre hielo es una actividad que solo se puede realizar en superficies artificiales privadas que hay en locales cerrados en la ciudad.
De ahí que el gran flujo de visitantes, las variaciones climáticas, y un ambiente abierto con viento constante como el del Zócalo de la Ciudad de México, hacen que la regulación de temperaturas sea una labor durante el día y parte de la noche para los encargados.
Una diversión con algunos riesgos
Casi la mitad de los patinadores que ingresan son primerizos, y el patinaje sobre hielo puede finalizar con una pierna o brazo roto. En los primeros días, siete personas sufrieron caídas que les provocaron fracturas diversas, por lo que el servicio médico los trasladó a un hospital, según los encargados de la pista.
En promedio se atienden a 30 personas al día que tuvieron algún accidente. En 11 días desde que abrió sus puertas, la pista de hielo, el personal médico atendió alrededor de 300 lesionados.
Miguel Ángel Hernández, coordinador del Servicio Médico de la pista de hielo, indica que las lesiones más comunes son contusiones, traumatismos, esguinces y algunas fracturas. Asegura que en la carpa médica tienen los suministros necesarios para atender ese tipo de accidentes.
“En los casos más serios los inmovilizamos, les damos analgésicos y los enviamos al hospital. Le damos seguimiento a todas las personas que atendemos con llamados telefónicos”, explica el coordinador.
En los últimos años, el gobierno de la Ciudad de México ha implementado acciones populares en las distintas temporadas del año, como las playas artificiales en verano, la pista de hielo en invierno , o la “mega rosca de reyes” de cada 6 de enero.
Eventos a los que miles de personas del Distrito Federal y la zona conurbada acuden para entretenerse.