Más de 3,000 pinturas rupestres son descubiertas en Guanajuato
Un grupo de investigadores descubrió en el noreste del estado de Guanajuato, en el centro de México, más de 3,000 pinturas rupestres distribuidas en 40 sitios rocosos, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Se trata de imágenes que aluden a rituales de paso, curación, petición de lluvias o de culto a los cerros, que fueron hechas por antiguas sociedades de cazadores-recolectores que ocuparon esa zona durante el primer milenio de nuestra era (siglos I a X d.C.).
Los investigadores también encontraron representaciones religiosas e inscripciones correspondientes a la época colonial, realizadas por comunidades otomíes, además de otras de rancheros y religiosos en los siglos XIX y XX.
El hallazgo fue registrado durante la cuarta temporada de investigación y registro del proyecto Arte Rupestre en la Cuenca del Río Victoria, que abarca la zona semidesértica de Querétaro y Guanajuato y es dirigido por el arqueólogo Carlos Viramontes.
El investigador explicó que estos espacios, que se suman a los más de 70 sitios con arte rupestre hallados en dicha entidad desde finales de los 80, se clasificaron en públicos y privados.
"Los públicos son donde quizá participó un gran número de personas en la creación de la iconografía como parte de algún ritual, ya que es fácil acceder al ubicarse cerca de los pies de monte en los valles; y los privados, donde se cree que un pequeño número de individuos hacía ceremonias, pues existe dificultad para llegar hasta ellos al hallarse escondidos en cañadas y barrancas", dijo.
"También hay una gran diversidad de animales representados, principalmente ciervos, cánidos, insectos como ciempiés y arácnidos, y gran cantidad de aves junto a círculos radiados que probablemente sean representaciones solares", agregó.
El arqueólogo dijo que para los antiguos cazadores-recolectores el acto de plasmar imágenes en roca iba más allá de dejar huella de la memoria colectiva de momentos históricos, climáticos y rituales, puesto que para ellos los abrigos y frentes rocosos utilizados para pintar eran el punto de contacto entre el mundo material y el espiritual.
De la pintura rupestre relacionada a la época colonial, dijo que ésta se integra por representaciones de cruces, capillas, altares e inscripciones con fechas; todas ellas fueron hechas con pigmentación blanca, propia de los grupos otomíes que se asentaron en el semidesierto guanajuatense y queretano a partir del siglo XVI.
"(En) las imágenes del siglo XIX se observan cruces, altares y personajes pintados por rancheros, lo que se determina por los trazos burdos y la pigmentación roja con la que fueron hechos. Además, las representaciones humanas portan pantalones bombachos y sombreros en la cabeza propios de aquellos años", apuntó.
Respecto a motivos del siglo XX, el arqueólogo destacó que únicamente se encontraron pinturas de copas y cruces, quizá realizadas durante la Guerra Cristera, en la década de 1920, según referencias de gente de la comunidad, que informó que durante esa época el abrigo rocoso fue ocupado como refugio por diversos religiosos.
Viramontes anunció que actualmente se elabora el informe detallado de estos sitios y la iconografía rupestre que contienen, los cuales quedarán inscritos en la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas del INAH en febrero de 2012.