La captura de futbolista demuestra la corrupción en México, dice Calderón
La detención del exfutbolista de los Rayados de Monterrey, Omar Ortiz Uribe, El Gato, implicado con una banda de secuestradores , demuestra el grado de “corrupción y decadencia” de la sociedad y las instituciones de México, comentó este lunes el presidente Felipe Calderón durante su visita al norteño estado de Nuevo León.
"Vemos también las capturas que incluyen personajes de alta y baja calaña, y personajes incluso que también uno nunca se imaginaría que estuvieran participando en la delincuencia. Recientemente, los medios dan la noticia de un exportero de los Rayados de Monterrey que participaba precisamente poniendo (a disposición del crimen) a víctimas”.
“Las autoridades judiciales dirán finalmente si él es culpable o no, pero las evidencias son francamente preocupantes y asombrosas del grado de corrupción y decadencia a la que se llegó en esta sociedad y en estas instituciones", agregó el mandatario.
Ortiz Uribe fue presentado por autoridades estatales ante medios de comunicación el pasado 7 de enero como un presunto miembro de una banda de secuestradores ligada al cártel del Golfo y que operaba en la zona sur de Nuevo León.
En su visita al campo policial número 1 de Fuerza Civil -la nueva corporación de Seguridad del estado-, ubicado en el municipio de General Escobedo, Calderón también reconoció a las autoridades estatales la captura de Baltasar Saucedo Estrada, El Mataperros, uno de los autores intelectuales del atentado al casino Royale, donde el 25 de agosto de 2011 murieron 52 personas.
Ante autoridades federales, militares, estatales y municipales, el mandatario reconoció que hasta el momento han sido 17 integrantes capturados de una célula de la organización delictiva Los Zetas que participaron directamente en el ataque a la casa de apuestas.
Afuera del campo se montó un fuerte dispositivo de seguridad en el que participaron corporaciones de los tres niveles de gobierno, mientras Calderón recorrió las instalaciones y presenció el simulacro de un rescate de secuestro, llevado a cabo por elementos operativos de Fuerza Civil.
Calderón inició su gira en Nuevo León el domingo y concluye su gira este lunes, después de una visita al Tecnológico de Monterrey, donde una veintena de alumnos se congregaron para manifestarse contra la Estrategia Nacional de Seguridad impulsada por el gobierno federal en diciembre de 2006, e instalaron un altar en memoria de los estudiantes Jorge Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo, fallecidos durante una balacera entre soldados y presuntos criminales.
Nuevo León: punto estratégico para el crimen
Nuevo León es un punto estratégico para las organizaciones delictivas que trafican drogas hacia los Estados Unidos, debido a su ubicación geográfica en el norte de México, su actividad económica, nivel de vida de la población y la concentración de jóvenes estudiantes, señaló ante Calderón el secretario de la Defensa Nacional, Guillemo Galván.
“Es así que la sociedad neolonesa se convierte en un blanco muy atractivo para que el crimen organizado envenene a su juventud y niñez, y sea presa de otras nefastas actividades como el secuestro y la extorsión”.
El gobernador Rodrigo Medina reconoció en su dicurso que las administraciones estatales habían “descuidado” a las instituciones y urgió en agilizar las depuraciones en las corporaciones de Seguridad y procuración de Justicia.
Medina recordó que durante 2011 se construyeron 7 puntos fijos de control que están ocupados por fuerzas estatales, federales y militares, y que durante 2012 se prevé la construcción del mismo número de inmuebles, cuatro en zonas rurales y tres más en carreteras.
1,200 delincuentes han sido capturados por Fuerza Civil desde que inició operaciones hace tres meses, según Medina.
El noreste de México es una de las regiones más afectadas en la actual Estrategia Nacional de Seguridad, que se basa en el combate frontal al crimen organizado.
En 2010, las autoridades federales iniciaron la Operación Coordinada Noreste en los estados de Nuevo León y Tamaulipas, donde se registran constantes enfrentamientos entre los cárteles rivales del Golfo y Los Zetas.