El NYT visita las casas abandonadas de narcos mexicanos arrestados
Varias de las casas de capos de la droga arrestados en México permanecen bajo llave varios años después de los operativos que llevaron a sus capturas, lo que permite "viajar en el tiempo" al día de los arrestos y conocer más sobre cómo viven los nuevos narcotraficantes.
El diario The New York Times visitó las casas donde fueron arrestados narcotraficantes como Zhenli Ye Gon, Eduardo Arellano Félix, o José Jorge Balderas Garza.
Citando a Howard Campbell, un antropólogo de la Universidad de Texas en El Paso, el New York Times señaló que en las mansiones hay señales de "una evolución generacional", hacia un gusto más "cosmopolita".
Algunas de las pertenencias de las casas, como las de Ye Gon, capturado en 2007 en Estados Unidos , fueron subastadas por las autoridades y otras han permanecido bajo llave desde que fueron decomisadas.
Unos meses antes de su captura, las autoridades mexicanas localizaron y decomisaron 205 millones de dólares en efectivo, pertenecientes al empresario, en su casa en el acaudalado barrio de Lomas de Chapultepec, en la ciudad de México.
En la casa de Eduardo Arellano Félix , líder del cártel de Tijuana arrestado en 2008 en un barrio de clase media alta, aun se observan los muebles desordenados tras la redada para capturarlo, que derivó en un enfrentamiento, según el New York Times.
En el refrigerador de la casa donde vivía José Jorge Balderas Garza, el JJ, aún hay comida, a un año de su captura.
En su escritorio todavía hay bolsas de plástico y cargadores de pistolas vacíos. Vasos de cristal, botellas de bebidas alcohólicas vacías y latas de energizantes aún se observan en la primera planta de la casa de Balderas Garza, uno de los lugartenientes del cartel de los Beltrán Leyva, involucrado en un ataque a tiros contra el entonces jugador de futbol del club América, Salvador Cabañas .
De acuerdo con el New York Times, "demostrar el poder" era más común antes, pero a medida que los enfrentamientos entre los cárteles han aumentado en el país, los capos tratan de mantener un bajo perfil.
Los bienes que son confiscados al narcotráfico terminan bajo la tutela del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) , una dependencia de la Secretaría de Hacienda que administra y liquida los bienes transferidos al Estado.
Este organismo realiza permanentes subastas públicas, algunas presenciales y otras virtuales, y los nombres de los clientes se reservan.