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Un nuevo gobierno no cambiará el plan antinarco, según Stratfor

Quien llegue al poder en diciembre poco podrá hacer por cambiar la estrategia de seguridad, estimó la agencia de inteligencia
mar 24 enero 2012 06:20 PM
Ejército San Fernando Tamaulipas
Ejército San Fernando Tamaulipas

La violencia derivada de la lucha entre los cárteles por el control de las rutas de la droga continuará durante el 2012 en los mismos niveles que el año anterior; aun cuando haya un cambio de partido en el poder, la estrategia de seguridad no cambiará mucho, estimó la firma de inteligencia estadounidense Stratfor.

“Debido a la situación que tenemos ahora mismo, aun si hay un cambio de partidos, cuando la nueva administración llegue al poder a fin de año, no podrán hacer mucho por cambiar la estrategia”, dijo en entrevista telefónica con CNNMéxico Scott Stewart, vicepresidente de Inteligencia Táctica de Stratfor.

Según el análisis de la agencia, las formas mediante las cuales el gobierno puede reducir la violencia, es permitir que un cártel amplíe su dominio a todo el país, o bien  “una tregua negociada por el gobierno entre Los Zetas y el Cártel de Sinaloa”.

Una tregua entre el gobierno y grupos de criminales es un tema que tenderá a debatirse más durante este año, señaló Stewart, y puso como ejemplo “la forma en la que Estados Unidos negocia con el Talibán”.

En el informe anual sobre la violencia en México, llamado Cartel Report 2012, la firma concluyó que los niveles de violencia solo podrían ser reducidos “a niveles aceptables” de tres formas: si un cártel logra dominar a otro, mediante un acuerdo entre los cárteles rivales, y mediante una tregua negociada por el gobierno.

La firma, con sede en Austin, Texas, señaló que las elecciones federales que se realizarán en julio próximo —en las que se votará presidente y se renovará el Congreso—, no vendrán acompañadas de un cambio sustancial en la estrategia gubernamental para enfrentar el problema de la violencia generada por el crimen organizado.

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Según Stewart, la reducción de violencia registrada en ciudades como Tijuana, Baja California, y Ciudad Juárez, Chihuahua, son el resultado de la incursión del cártel de Sinaloa, que incrementó su dominio en ambas plazas.

Dicho nivel de violencia es “políticamente inaceptable para el presidente mexicano Felipe Calderón y su partido Acción Nacional”, se indicó en el informe anual sobre la violencia.

La violencia, sin embargo, no podría ser eliminada en su totalidad. “Mientras sigan existiendo plazas del narcotráfico, tendrás a personas peleando por el control”, dijo Stewart.

Los cárteles “no quieren una situación como la que existe en Juárez, debido a que es malo para sus negocios. Una vez que obtienen el control de la plaza, vimos que la violencia bajó”, abundó Stewart.

El Cártel de Sinaloa busca el control total de Tijuana —por años dominada por el de los Arellano Félix— y el de Ciudad Juárez —que estuvo controlado por la organización de Amado Carillo Fuentes— debido a que “quieren tener el control de los puntos de entrada” de las rutas de la droga a Estados Unidos.

Según el especialista, las autoridades no podrán derrotar en su totalidad a los cárteles, ya que mientras exista el negocio ilícito del tráfico de drogas, seguirán existiendo grupos que se disputen el control. 

“No puedes derrotar a los cárteles, puedes derrotar a ciertas organizaciones”, dijo Stewart, y puso de ejemplo al cártel de Guadalajara, que fue desarticulado y sus líderes aprehendidos luego del secuestro y asesinato en 1985 en Jalisco de Enrique Camarena Salazar, agente encubierto de la DEA.

Según el documento, producto del registro que realiza la agencia sobre la seguridad en México, son el cártel de Sinaloa y el de Los Zetas quienes provocan la mayor parte de la violencia, con tácticas distintas.

Mientras el cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín El Chapo Guzmán, prefiere corromper a los funcionarios, el de Los Zetas utiliza la violencia como forma de intimidación.

La forma violenta de Los Zetas les ha permitido expandirse a 17 estados del país, y ser el cártel con mayor influencia geográfica, superando al de Sinaloa, que opera en 16 estados, según la agencia, que citó información gubernamental.

Según el análisis de Stratfor, en el 2012 el despliegue de las fuerzas militares continuará, sin que se desarrollen operaciones importantes en áreas distintas a donde actualmente actúa el Ejército.

El Ejército seguirá enfrentándose al problema de la deserción, según el mismo documento, que citó información de la Secretaría de la Defensa Nacional dada a conocer en marzo pasado, en la cual se admitió que “se perdió la pista” de 1,680 elementos de las fuerzas especiales durante la última década.

Según la agencia, 45,000 tropas del Ejército están envueltas en el combate a los cárteles de la droga, un cuarto del total del personal militar. El resto no puede ser utilizado debido a que son reservas mal preparadas.

La Procuraduría General de la República (PGR) informó hace unos días que hasta septiembre del año pasado han muerto 47,515 personas en hechos vinculados a la violencia en México, desde que el presidente Felipe Calderón lanzó la Estrategia Nacional de Seguridad tras tomar protesta en 2006.

El 70% de las muertes ocurrieron en ocho entidades: Chihuahua, Nuevo León, Durango, Sinaloa, Tamaulipas, Coahuila, Guerrero y Veracruz.

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