47 cuerpos son rescatados en 2011 del río Bravo y canales en Tamaulipas
Un total de 47 cuerpos fueron rescatados del río Bravo y canales en Reynosa, Tamaulipas, en el norte de México, durante 2011, de los cuales más de 90% eran personas del sexo masculino y 17% menores de edad.
De acuerdo con las estadísticas del año pasado, las 47 personas fallecieron ahogadas en la frontera con Estados Unidos, dijo el coordinador de la Dirección de Protección Civil y Cuerpo de Bomberos en Reynosa, Carlos Leal López.
De las víctimas, 39 cuerpos fueron rescatados de las aguas del río Bravo, afluente fronterizo con Estados Unidos; seis más del centro recreativo denominado 'La Playita', ubicado a un costado del caudal, y dos más en canales de riego, agregó el funcionario.
Leal López dijo que más de 90% de las personas que murieron por inmersión eran del sexo masculino, a excepción de tres mujeres que también murieron en las aguas del río Bravo.
Además, entre los fallecidos, ocho eran menores de edad, quienes perdieron la vida por ahogamiento tras pretender refrescarse de las altas temperaturas que oscilan en el lugar la mayor parte del año, dijo.
A lo largo de este año, solo se ha rescatado el cuerpo de una mujer de las aguas del canal Anzalduas.
“En lo que va de 2012, lamentablemente un vehículo, en cuyo interior viajaba una pareja, cayó a las aguas del canal y solo una persona logró salir con vida; la otra persona falleció”, dijo.
El coordinador de Protección Civil exhortó a la población en general, principalmente a quienes desean ingresar a Estados Unidos a través del río Bravo, abstenerse de hacerlo por los riesgos que representa el caudal.
También, pidió no introducirse a nadar o sumergirse en las aguas del caudal, canales o drenes con el fin de mitigar el calor en temporada cálida, debido a los riesgos que esto representa.
El año pasado, los arrestos de inmigrantes ilegales que cruzan la frontera suroeste hacia el norte se redujeron a 327,577, su nivel más bajo desde 1972, según cifras oficiales.
Los factores del fuerte descenso incluyen una aplicación más estricta de las normas en la frontera y en los lugares de trabajo, una débil economía estadounidense que proporciona menos empleos a los trabajadores indocumentados y el aumento de la violencia de los carteles de drogas en México, lo que hace el viaje al norte más peligroso, según los analistas.