Un colaborador de los Arellano Félix, condenado a 16 años de cárcel en EU
Rigoberto Yáñez Guerrero, lugarteniente del cártel mexicano de los Arellano Félix, fue sentenciado este lunes en San Diego, California, a 16 años de prisión por su papel en la coordinación de cargamentos de cocaína desde Colombia a México, con destino final en Estados Unidos.
De acuerdo con el fiscal federal Joseph Green, Yáñez Guerrero, de 42 años y apodado El Primo, fue el principal coordinador del cártel en la Ciudad de México desde 1995 y hasta 2001 y era el principal punto de contacto con los traficantes colombianos.
El juez de Distrito Larry Burns emitió este lunes la condena contra Yáñez Guerrero, quien de acuerdo con las acusaciones coordinaba los cargamentos, de entre 5 y 10 toneladas de cocaína, por aire y mar.
Yáñez Guerrero, quien se declaró culpable en julio pasado y se enfrentaba a una condena máxima de 20 años en prisión, fue extraditado a Estados Unidos en 2010 luego de esperar su juicio desde su detención en 2001.
Su abogada, Carolyn Oliver, había alegado en la corte que su sentencia debería de ser menor de las que han recibido otros miembros del grupo de narcotraficantes de los Arellano Félix, también conocido como el cártel de Tijuana.
A principios de enero, Benjamín Arellano Félix se declaró culpable ante una corte federal por los delitos de conspiración para el lavado de dinero y asociación delictiva, como parte de un acuerdo judicial que le evitó un juicio y que le reportará una pena máxima de 25 años de cárcel.
De acuerdo con la acusación, Yáñez Guerrero fue uno de los responsables para que el cártel de Arellano Félix llegara a controlar el flujo de cocaína, marihuana y otras drogas a través de las ciudades mexicanas de Tijuana y Mexicali, hacia Estados Unidos.
Además de su condena en prisión, Yáñez aceptó el decomiso de cerca de un millón de dólares procedentes de sus actividades delictivas.
Yáñez Guerrero pertenece a una larga lista de líderes del cártel de los Arellano Félix que han sido detenidos y que están tras las rejas en Estados Unidos.
De acuerdo con las autoridades, el cártel de los Arellano Félix, controlado por los hermanos Benjamín, Eduardo, Javier y Ramón, monopolizó las rutas de tráfico de drogas por más de 20 años a través de Tijuana hasta la muerte de Ramón en 2002 y la captura de Javier en 2006.
A consecuencia del retroceso de la influencia del cártel de los Arellano Félix en la frontera, el de Sinaloa ha ampliado su poder en esa zona.