El silencio y el desánimo enmarcaron la segunda derrota de Santiago Creel
Por segunda vez, Santiago Creel tuvo que aceptar su derrota. Este domingo, ante los pocos votos que pudo obtener, después de encerrarse casi todo el día con sus colaboradores, solo reapareció en público para admitir que los números de la contienda no lo favorecieron.
"Quiero reconocer que los números de esta contienda interna no me favorecen. Me pongo a disposición como siempre lo he hecho de mi partido y de quien finalmente resulte triunfador de la contienda interna", dijo al llegar al Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN).
Desde que llegó a votar con su esposa Paulina Velasco y su hijo Santiago, a una casilla ubicada en un parque al poniente de la Ciudad de México, las cosas no salieron como se hubiera esperado. Ninguno de los dos acompañantes pudieron votar por la candidatura de Creel porque no aparecían en la lista del Registro Nacional de miembros del PAN.
El exsecretario de Gobernación se tomó un par de horas para comer con su familia, antes de recluirse con su equipo de campaña solo para ver cómo las tendencias le eran claramente desfavorables y que conforme pasaban las horas, era cada vez menos posible revertirlas.
Uno de sus colaboradores, que se mantuvo en comunicación con el equipo de campaña de Creel vía telefónica, confesó que en las voces de los más cercanos al senador con licencia se podía percibir un sentimiento de desánimo ante la caída en picada que no habían mostrado las últimas encuestas antes de la elección.
Santiago Creel, quien también compitió por la candidatura a la presidencia contra el actual presidente, Felipe Calderón, había iniciado en primer lugar, según las principales casas encuestadoras, para poco a poco ser alcanzado por Josefina Vázquez Mota hasta ser rebasado.
Si bien Ernesto Cordero había aparecido siempre en tercer lugar, logró captar el 38% de los votos panistas. Creel únicamente el 6%, según informó José Espina, presidente de la comisión nacional de elecciones del PAN.
Alrededor de las 18:30 horas (local), un grupo de jóvenes que habían estado como observadores en casillas del Distrito Federal, llegaron al hotel donde estaba previsto que llegara Creel, y comentaban decepcionados que no se esperaban tan poco apoyo para el precandidato.
"Lo único rescatable es que tampoco ganó Cordero", comentó uno de ellos.
Al final, Creel nunca llegó al hotel, pues según su equipo de campaña, el partido había decido que ninguno de los tres precandidatos hiciera pronunciamiento alguno antes del anuncio oficial de los resultados. Por ello, los tres fueron convocados a las oficinas centrales al sur de la ciudad.
Contrario a sus competidores, y como si supieran que no saldrían victoriosos, el equipo del senador con licencia no preparó nada que hiciera pensar en la posibilidad de un festejo, por lo que no hubo necesidad de desmontar nada.
Alrededor de las 21:30 horas, cuando Creel subió al escenario para el anuncio oficial de la candidatura de Vázquez Mota , se notaba serio, aunque cuando le levantó el brazo a su contrincante, sonrió y no dudó en aplaudir las palabras de la mujer que, por segunda vez, le había hecho salir derrotado de las oficinas centrales del PAN.