Las encuestas, un "actor" estratégico de las elecciones en México
Confiables o cuestionables, las encuestas se han convertido en un “actor” estratégico de las elecciones en México, de acuerdo con los presidentes de algunas de las principales encuestadoras del país.
Roy Campos, de Consulta Mitoksy, señaló este miércoles que independientemente del rigor con el que estén elaboradas, las encuestas son utilizadas por los partidos políticos para promoverse, tomar decisiones o emprender acciones.
“Pedirle a un partido que no use algo a su favor es absurdo… la encuesta es un nuevo actor (de los comicios)”, dijo Campos durante la mesa redonda ¿Son confiables las encuestas?, organizada por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Las encuestas sirven “para decidir estrategias políticas”, como el que un partido o candidato defina en qué electorado centra su publicidad, mencionó Ulises Beltrán, de la consultora BGC.
Jorge Buendía, de la empresa Buendía y Laredo, consideró que el rol de las encuestas como “actor” de los procesos electorales puede observarse en dos casos.
Durante las elecciones presidenciales de 2006, dijo, el Partido Acción Nacional (PAN) recurrió a las encuestas como “instrumento de propaganda”, a fin de pedir el “voto útil” a favor de su entonces candidato, Felipe Calderón.
Hace seis años, el abanderado panista llegó al final de la contienda casi empatado en popularidad con Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), mientras el abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Roberto Madrazo, estaba muy rezagado.
“Ante el rechazo que generaba Andrés Manuel López Obrador en segmentos conservadores del PRI, que es un partido que tiene una base electoral muy conservadora, (el PAN decidió) apelar a ese voto estratégico”, dijo Buendía.
El otro uso que los partidos han dado a las encuestas, señaló, se ha observado de cara a las elecciones de este año, cuando algunos partidos las han utilizado como método de selección de sus candidatos.
A finales de 2011, el PRD determinó definir a su abanderado presidencial mediante una encuesta de popularidad entre López Obrador y el jefe del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Marcelo Ebrard. En noviembre, el perredismo informó que López Obrador será su candidato porque registró más puntos de popularidad que Ebrard .
El PRD volvió a usar ese mecanismo para seleccionar a su abanderado al GDF. En enero, el partido dio a conocer que, de cinco precandidatos, el mejor ubicado en las preferencias fue el exprocurador Miguel Ángel Mancera .
“Quizá lo llamativo del caso de la izquierda es que lo está haciendo de manera pública y transparente. El PRI también utiliza encuestas para seleccionar candidatos, el PAN también, pero son procesos mucho más restringidos a los tomadores de decisiones dentro de sus partidos”, dijo Buendía.
Acerca de la credibilidad de las encuestas, Beltrán señaló que para determinarla deben revisarse factores como la metodología con la que son elaboradas, dónde se publican o quién paga el estudio, aunque afirmó que las empresas no deben dejar que el financiamiento afecte el rigor de su trabajo.
“¿Quién paga la encuesta la sesga? Pues si el encuestador se deja”, dijo Beltrán.
Campos, por su parte, señaló que los ciudadanos tienden a creer en una encuesta “cuando refleja su forma de pensar”. Agregó que este tipo de ejercicios no pronostican resultados, sino que miden preferencias para “dibujar escenarios” electorales.