Un nuevo ataque en un penal de Nuevo León causa tres muertos
Una riña en un penal de Nuevo León dejó la madrugada de este martes tres reclusos muertos, informaron autoridades estatales.
Los reos muertos habían ingresado al penal de Topo Chico este lunes; fueron asesinadas con armas punzocortantes en el área de observatorio y en la enfermería la mañana de este martes, confirmó el vocero de Seguridad del gobierno de Nuevo León, Jorge Domene, en declaraciones a la televisora local Multimedios.
El vocero informó que los reos fallecidos son Jorge Eduardo González Salas, de 18 años y Alan Josué González y Dewin Vianey Rojas Martínez, ambos de 24 años.
Dos de los reos muertos estaban en el área de observatorio, la mujer se encontraba en el área de enfermería, agregó el vocero.
Domene calificó el hecho como “un ataque directo”, afirmó que “se descarta a priori” que fuera un enfrentamiento entre bandas rivales, y dijo que las autoridades locales investigan los hechos.
Los tres detenidos, acusados de pertenecer a un grupo de secuestradores, fueron presentados por las autoridades locales el pasado 2 de febrero tras ser arrestados por la policía ministerial y elementos de la Secretaría de Marina.
Domene informó entonces que los detenidos pertenecían al cártel del Golfo y operaban en el municipio de Allende y en la zona sur de la ciudad de Monterrey. Los detenidos confesaron al menos siete secuestros y cuatro asesinatos, según autoridades estatales.
“En estos momentos ya se tienen a dos detenidos que son los causantes de la muerte de estas personas, con objetos punzocortantes”, declaró Domene.
Los detenidos son Eduardo Sánchez Contreras, y Jesús Sandoval Gámez, quienes están en prisión por los delitos de robo con violencia y homicidio calificado, respectivamente.
Esto ocurre dos días después de que presuntos integrantes de Los Zetas asesinaron en el vecino penal de Apodaca a 44 reos muertos del grupo rival, el cártel del Golfo.
En la acción, una treintena de reos identificados por las autoridades como integrantes de Los Zetas se fugaron del penal, presuntamente con complicidad de autoridades penitenciarias , informó este lunes el gobernador Rodrigo Medina.
Tras ambos hechos violentos, el vocero de seguridad afirmó que el gobierno de Nuevo León no “descarta pedir el apoyo de la policía federal (para) apoyar al interior de los penales”.
Los directivos del penal de Apodaca y 18 celadores que estaban en funciones al momento de la riña fueron detenidos. Hasta el momento nueve custodios aceptaron que colaboraron en la fuga.
También en el penal de Apodaca, en mayo pasado, ocurrió un incendio en una sala de psiquiatría en el que murieron 14 internos y otros 35 sufrieron lesiones.