Las mujeres deben dar vuelta a la hoja en la discriminación: Cristina Díaz
Nota del editor: CNNMéxico realiza una serie de entrevistas con ocho mujeres destacadas en distintos ámbitos en México, a quienes se les invitó a reflexionar sobre la vigencia del movimiento feminista en el año 2012. Ésta es la sexta de ocho entregas.
(CNNMéxico) - Una de las mujeres con más poder en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tenía 10 años cuando su padre la encontró llorando porque los niños no la habían dejado jugar beisbol. Él le compró un guante, un bat, una pelota y le dijo: “Te voy a enseñar a jugar con ellos pero vas a entender que vas a jugar igual que ellos, que no por ser niña te van a dar la oportunidad primero en todo”.
"Me dio la lección que seguramente marcó mi vida", dice María Cristina Díaz Salazar, actual secretaria general del PRI, al recordar una anécdota que definió la actitud con la que ella aborda la discriminación contra la mujer y compite con otros hombres por cargos públicos.
La discriminación es una “de esas conductas difíciles de erradicar en una sociedad”, por lo que hombres y mujeres deben “darle la vuelta para poder avanzar”, dice Díaz Salazar al reflexionar sobre la vigencia del movimiento feminista en México, con motivo del Día de la Mujer que se celebra este 8 de marzo.
Díaz Salazar fue la primera presidenta municipal de Guadalupe, lugar donde nació, en el estado de Nuevo León (2006-2009), y la primera presidenta del Comité Ejecutivo del PRI (2001-2002) en el mismo estado.
Actualmente es diputada federal (por tercera ocasión), y desde marzo de 2011 es secretaria general del PRI, es decir, es la responsable de organizar la vida interna del partido.
En diciembre pasado asumió la dirigencia interina por seis días, luego de que Humberto Moreira, exgobernador de Coahuila, renunció al cargo en medio de un escándalo por el endeudamiento de ese estado .
A lo largo de su carrera política Cristina Díaz dice no haber sufrido acoso y si ha sido víctima de discriminación no se ha dado cuenta: “No percibo que me estén discriminando por ser mujer, simplemente hago a un lado el tema y sigo en mi trabajo, cavando zanja hasta lograr lo que quiero”, cuenta con actitud tranquila.
En su opinión, el movimiento feminista “es una lucha inacabable”. Un logro pendiente es que alcancen más cargos en la vida pública y en el sector privado.
Si las mujeres son la mitad de la población en México deberían tener la misma proporción de representación en puestos de poder, considera. Pero solo deben ocupar los cargos si están capacitadas para ellos.
El inicio de una carrera política
Díaz Salazar es la primera en su familia que hace carrera política. Desde la infancia supo que quería ser abogada y diputada, y trazó un plan de vida para conseguirlo. Con esa idea en mente se afilió al PRI a los 17 años. Al terminar su carrera en Derecho y Ciencias Social se casó.
Sus escasos ratos libres los reparte entre su hijo único, una tía y sus hermanas (tiene tres). Vive entre la Ciudad de México y Guadalupe, donde dice que está su verdadero hogar. Ahí están sus perros, sus pájaros, sus fotos.
Es divorciada, de arreglo discreto, se describe como trabajadora, tenaz y terca. Dice que no le gusta jugar el papel de víctima. También revela un toque de vanidad. Prefiere no decir su edad. "Tengo más de 30 años en el PRI, saca cuentas”.
Los temas que le interesa impulsar en la política son la salud y la seguridad social.
Su hermano y su padre murieron con meses de diferencia. El primero (de 19 años) por leucemia y el segundo tras seis años en coma.
Dice que el paso por hospitales, y ver cómo la gente sufría por conseguir los mejores médicos la sensibilizó. Ahora está convencida de que la salud es uno de los grandes temas en la agenda nacional.
Díaz Salazar llevó al pleno una iniciativa para crear el Instituto Nacional de Medicina Genómica, encargado de investigar el genoma humano de los mexicanos para prevenir enfermedades. La iniciativa fue aprobada.
Es la diputada con más iniciativas aprobadas en la actual legislatura (16), según datos de la Secretaría de Servicios Parlamentarios de la Cámara de Diputados.
Reconoce que a veces su apretadísima agenda le deja poco tiempo para cuidar su propia salud. No hace ejercicio, pero tampoco fuma, y se desvela solo por cuestiones de trabajo. "Tengo hábitos muy sanos, sino no hubiera aguantado".