Inés Fernández busca que los militares que la agredieron sean encarcelados
Inés Fernández Ortega lleva una década esperando a que los tres militares que la violaron sean encarcelados.
“Tengo 10 años esperando justicia y no han detenido a los responsables de lo que hicieron”, dijo la indígena me’phaa, en entrevista con Carmen Aristegui en CNN en Español. “Quiero ver que estén en la cárcel”.
Esta semana, el gobierno mexicano le pidió disculpas por los crímenes cometidos por los soldados. Sin embargo, el representante en México de la Oficina del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Javier Hernández Valencia, dijo a CNNMéxico que este acto marca un punto de partida, pues el caso apenas será revisado por las autoridades federales.
En el 2002, Inés fue violada por tres soldados en su casa, frente a sus hijos. Pero desde que presentó la denuncia ante el Ministerio Público vivió abusos y revictimización, así como el rechazo de parte de algunos miembros de su comunidad, ubicada en el estado de Guerrero, al sur de México.
Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan —asociación con la cual Inés denunció su caso ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH)— criticó que la indígena no haya obtenido justicia.
“No hay justicia en el caso porque, como dice Inés, es pobre, no habla español y porque nadie le cree. Durante 10 años se le trató como una mentirosa”, dijo Barrera en entrevista con Aristegui.
“Los militares siguen investigando a sí mismos sus casos y entre ellos se cubren y protegen”.
El caso de Inés fue llevado ante la CIDH en el 2004; cinco años después, esta organización decidió demandar al Estado mexicano ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos “por su responsabilidad en la violación y tortura” de Fernández Ortega.
Casi un año después, la Corte emitió una sentencia y ordenó una disculpa pública de parte del gobierno de México hacia Inés, así como otras 15 disposiciones más.