El PRI recurre a Peña Nieto para impulsar a sus candidatos a gobernador
En sus dos primeras semanas de campaña, el candidato presidencial Enrique Peña Nieto ha visitado cinco de las siete entidades federativas que renovarán gobierno local este año.
La estrategia refleja la intención del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de aprovechar la popularidad de Peña Nieto para impulsar a sus aspirantes a gobernador, de acuerdo con analistas.
Durante las elecciones del próximo 1 de julio, México no solo cambiará la Presidencia de la República y el Congreso de la Unión, sino también tendrá comicios locales en 15 entidades. Las siete que elegirán nuevo gobierno son Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Tabasco y Yucatán, mientras que en las ocho restantes se renovarán congresos y ayuntamientos.
Peña Nieto, candidato puntero en las preferencias con unos 45 puntos en la intención de voto, según la mayoría de las encuestas, inició su campaña el 30 de marzo en Jalisco, donde lo acompañó el abanderado priista a gobernador, Jorge Aristóteles Sandoval .
En los actos públicos a los que acudieron, ambos afirmaron que el PRI quitará al Partido Acción Nacional (PAN) tanto la presidencia, que el panismo ocupa desde 2000, como el gobierno de Jalisco, que tiene desde 1995.
Un día después, Peña Nieto visitó Chiapas, donde manifestó apoyo al aspirante a gobernador Manuel Velasco —militante del Partido Verde Ecologista de México, que compite en alianza con el PRI a nivel estatal y federal—, y el 9 de abril participó en el inicio de campaña de Rolando Zapata en Yucatán.
Este domingo, el exgobernador del Estado de México asistirá al arranque de campaña de Juan Ignacio Torres Landa en Guanajuato y de José Amado Orihuela en Morelos. Ambas entidades, ubicadas en el centro del país, actualmente son gobernadas por el PAN.
José Fernández Santillán, académico del Tecnológico de Monterrey (ITESM), consideró que el PRI decidió aprovechar la popularidad de Peña Nieto para fortalecer su imagen como partido y la de sus otros candidatos a puestos de elección popular.
"Es una estrategia de partido. Ahora, que lo haga él no significa que los demás (candidatos presidenciales) no lo puedan hacer", dijo Fernández Santillán.
"Los demás candidatos están aprovechando el fenómeno Peña Nieto. Todos quieren tomarse una foto con él", señaló Genaro Lozano, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Josefina Vázquez Mota, del PAN, y Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), también han participado en actos con aspirantes a gobernador de sus partidos, aunque con menor frecuencia que Peña Nieto.
Vázquez Mota ha aparecido en público con los candidatos panistas en la Ciudad de México, Isabel Miranda de Wallace, y Guanajuato, Miguel Márquez Márquez. Lopez Obrador, en tanto, lo ha hecho con los abanderados de la izquierda en Tabasco, Arturo Núñez; Jalisco, Enrique Alfaro; Morelos, Graco Ramírez, y Chiapas, María Elena Orantes.
Hasta ahora, Vázquez Mota ocupa el segundo lugar en las preferencias electorales con unos 30 puntos aunque, de acuerdo con algunas encuestas, López Obrador se acerca a esa posición.
El abanderado presidencial más rezagado en la intención de voto, Gabriel Quadri, del Partido Nueva Alianza (Panal), únicamente ha compartido actividades con la candidata aliancista al gobierno de la Ciudad de México, Rosario Guerra Díaz.
Las contiendas locales
Mientras Peña Nieto goza de una ventaja de más de 10 puntos en la contienda presidencial, según la mayoría de las encuestas, los procesos locales son más cerrados. De acuerdo con los analistas, esa es una de las razones por las que el PRI quiere impulsar a sus otros aspirantes.
"La situación de los candidatos a gobernador puede ser menos boyante (cómoda) que la de Peña Nieto, por lo que los priistas tratan de emparejar las cosas sobre todo en los estados que tratan de recuperar", dijo Alberto Aziz Nassif, académico del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
Lozano refirió que en otros países ocurren situaciones similares. Citó el caso de Estados Unidos, donde aspirantes del Partido Demócrata aprovechan la popularidad del presidente Barack Obama en contiendas locales para darse a conocer o subir en las encuestas.
"Vamos a ver si con los priistas tiene un efecto duradero o no", dijo.
La meta del PRI en los comicios de este año, según sus dirigentes, no solo es recuperar la presidencia que el partido perdió en 2000, sino lograr una mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado, y aumentar su presencia en los gobiernos estatales.
El priismo gobierna actualmente en 20 de las 32 entidades del país. De las siete que están en disputa, busca conservar el poder en dos (Tabasco y Yucatán) y derrotar al PRD en dos (Ciudad de México y Chiapas) y al PAN en tres (Guanajuato, Jalisco y Morelos).
El apoyo de Peña Nieto a los candidatos a gobernador, de acuerdo con Aziz Nassif, también es una estrategia a largo plazo para fortalecer la figura presidencial en caso de que el exgobernador mexiquense llegue al poder.
Según algunas encuestas, el PRI está en posibilidades de arrebatar al PAN al menos dos de sus bastiones: Jalisco y Morelos.
En conjunto, las siete entidades que renovarán gobierno local suman 32 millones de habitantes, lo que equivale al 28.5% de la población total del país.
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