77 cuerpos hallados en San Fernando, Tamaulipas, van a la fosa común
Un total de 77 cadáveres encontrados en fosas clandestinas en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, terminaron en la fosa común debido a que no fueron identificados, según información proporcionada por el área de comunicación del Servicio Médico Forense (Semefo) del Distrito Federal.
En abril del 2011, autoridades federales encontraron 193 cadáveres en 47 fosas clandestinas ubicadas en el municipio.
A falta de espacios en los forenses locales, la Procuraduría General de la República (PGR) pidió el apoyo del Semefo en la Ciudad de México para resguardar 120 cuerpos mientras eran identificados a través de exámenes de ADN, dientes, entre otras pruebas.
El 20 de marzo del 2012, el Semefo envió 37 cuerpos al a fosa común, y el 13 de abril otros 40. Ahora solo queda un cuerpo que al parecer es de un salvadoreño, informó la oficina de prensa a CNNMéxico.
Los otros 42 cadáveres fueron identificados y entregados a familiares, añadió la dependencia.
Tanto la PGR como el Semefo conservan los resultados de las pruebas de todos los cuerpos. Además, fueron ubicados en la fosa de tal forma que son fácilmente localizables (están en bolsa y con número), por lo que, en caso de que alguna persona reclame parentesco y éste se confirme, podrán ser entregados.
Debido al estado de descomposición de los cuerpos, el Semefo desconoce cuántos eran hombres o mujeres, o cuáles eran sus edades. Tampoco sabe si se logró identificar a los 73 cadáveres que se quedaron en los forenses del norte del país.
La PGR responsabilizó de las muertes a presuntos integrantes de la organización criminal Los Zetas, dedicada al secuestro y extorsión de migrantes , entre otros delitos.
El primer hallazgo de fosas clandestinas en San Fernando ocurrió en agosto del 2010, cuando oficiales de la Secretaría de Marina encontraron 72 cuerpos en un racho. Según la versión de las autoridades federales, la mayoría eran migrantes centroamericanos que iban rumbo a Estados Unidos, y que fueron detenidos y asesinados por integrantes del crimen organizado.
El Semefo de la Ciudad de México también resguardó esos cuerpos. Una parte fue entregada a sus familiares y otra enviada al forense del Estado de México.
Tras la implementación de la Estrategia Nacional de Seguridad, en diciembre del 2006, el gobierno federal ha registrado alrededor de 47,500 muertes por hechos violentos vinculados al crimen organizado.
