El Zócalo de la Ciudad de México se 'pinta' de amarillo durante el debate
No fue un partido de futbol ni un concurso de talentos infantiles el que tuvo más rating y desató porras, chiflidos y denostaciones en el Zócalo de la Ciudad de México, sino la transmisión en un par de pantallas del primer debate entre los candidatos a la presidencia.
Desde poco antes de las 18:00 horas del domingo comenzaron a llegar a la principal plaza pública del país personas dispuestas a escuchar las propuestas y los ataques entre los aspirantes a ganar la elección presidencial del próximo 2 de julio.
“Es tu país, tienes que preocuparte por algo, si va a haber alguien que te gobierne debes saber qué te está proponiendo para poder entenderlo, porque a mucha gente no lo importa, si lo que viene será bueno o malo. Les importa más lo que hay en la tele”, mencionó la estudiante Ana María Lara, de 21 años, en los momentos previos a que iniciara la transmisión.
Durante la semana causó polémica el hecho de que las dos principales televisoras del país, Televisa y Televisión Azteca, anunciaran que no transmitirían el debate en sus canales con mayor audiencia, y que a cambio le darían preponderancia al programa Pequeños Gigantes, y a un partido de la Liguilla del futbol mexicano de primera división, entre Tigres y Monarcas Morelia.
Las críticas en redes sociales se avivaron cuando el presidente de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego, tuiteó quienes quisieran ver el debate, sintonizaran Televisa, y si no, vieran el futbol por Azteca. “Yo les paso los ratings al día siguiente”, mencionó.
En medio de esa discusión, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, anunció el 4 de mayo que el debate sería transmitido en una pantalla gigante en el Zócalo, para darle mayor difusión al intercambio de ideas que tendrían los aspirantes presidenciales en el World Trade Center.
A fin de cuentas no fue una pantalla gigante, sino dos pantallas las que colocaron las autoridades del Distrito Federal, además de sillas para que cerca de 1,500 personas pudieran escuchar sentadas las propuestas de los aspirantes.
En el Zócalo de la Ciudad de México, donde gobierna el Partido de la Revolución Democrática (PRD) desde 1997, la mayoría de las expresiones de apoyo durante el debate fueron para el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
Cada una de sus intervenciones fue acompañada por aplausos o gritos a su favor, sobre todo de personas que sacudían banderas del PRD o globos amarillos que fueron repartidos antes de que los candidatos aparecieran en las pantallas.
En cambio, las participaciones de Enrique Peña Nieto, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de Josefina Vázquez Mota, del Partido Acción Nacional (PAN), y de Gabriel Quadri, del Partido Nueva Alianza (Panal), fueron abucheadas constantemente.
Al menos en seis ocasiones falló el audio de la transmisión del debate, e incluso, en un par de momentos las pantallas quedaron en blanco, lo que provocó gritos como “¡Cácaro!” y la rechifla de las personas que estaban reunidas en el Zócalo capitalino, el cual no se llenó.
Uno de los momentos que provocó risas y aplausos entre los asistentes fue cuando López Obrador mostró al revés una fotografía de Enrique Peña Nieto junto al expresidente Carlos Salinas de Gortari. “¡Está al revés, que alguien le diga”, gritó una mujer.
En la Plaza de la Constitución pudo observarse a muchos jóvenes narrando por medio de su celular las incidencias del debate. Otros, no tan jóvenes, como el diputado Gerardo Fernández Noroña, también tuiteaban los pormenores en la plaza pública. Incluso, hubo quien llevó cervezas y palomitas, para degustar mientras los candidatos se recriminaban mutuamente varios puntos.
Al finalizar el debate, a las 22:00 horas, decenas de personas volvieron a gritar “¡Obrador, Obrador!”, y se desplazaron frente a un templete donde el equipo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) informó que acudiría el candidato de la izquierda, para dar un mensaje a sus seguidores.
López Obrador tardó unos minutos en llegar, y en ese lapso comenzó a llover. Ya en el templete, el candidato de la izquierda aseguró: “estamos contentos, estamos felices porque se ganó este debate”. También pidió a sus simpatizantes “aplicarse a fondo” en los próximos días, “casa por casa”, para convencer a la gente de que vote por él.
Al finalizar su discurso, las personas se arremolinaron alrededor del candidato en su afán de querer saludarlo mientras se dirigía a abordar un vehículo que poco a poco se desplazó hasta lograr abrirse paso entre la gente.