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José Emilio Pacheco: "Nadie va a llenar el sitio de Carlos Fuentes"

El escritor recuerda la amistad con Fuentes y sus discusiones respecto a la relación de los intelectuales con la política
mar 15 mayo 2012 09:08 PM

Está conmovido. No puede contestar el teléfono. Antes de comenzar la conversación deja claro que él es escritor, “no hablador”, que admira mucho a la gente que “suelta rollos”.

El escritor José Emilio Pacheco, Premio Cervantes 2009, habla con CNNMéxico de la muerte del escritor mexicano Carlos Fuentes .

“Es una inmensa pérdida y nadie va a llenar el sitio de Carlos Fuentes”, expresó.

Los recuerdos van fluyendo como las caminatas nocturnas que solían dar por la Zona Rosa, el Paseo de la Reforma y la Avenida Juárez en la Ciudad de México en la década de 1950.

Esta zona en el centro de la Ciudad de México era el punto de reunión de los intelectuales, los pintores, los escultores y los arquitectos que construyeron la vida cultural de México en el siglo XX. 

“Yo echo mucho de menos la caminata nocturna. Nos acompañábamos a nuestras casas conversando y esa es una enseñanza muy importante para un escritor muy joven", recordó Pacheco.

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"Ahora somos contemporáneos, pero cuando Fuentes tenía 30, yo apenas iba a cumplir 20, menos, tenía 18 años. Así es que para mí fue una figura y fue muy generoso. Nunca me hizo ver una diferencia no solo de edad, sino de talento, de conocimiento, de mundo”, comenta el autor de Las Batallas en el Desierto.

El México que veían entonces era lo que hoy se ve "como un lugar, muy agradable y muy maravilloso, el imperio de la juventud y todo esto, pero también había muchísimos problemas. No se puede idealizar tampoco".

La generación de escritores mexicanos de la segunda mitad del siglo XX convirtió los cafés y bares como La Ópera, en el centro histórico, en puntos de reunión frecuente para los jóvenes intelectuales que tenían el hábito de reunirse y platicar.

“Caminábamos mucho por Reforma y Juárez. Juárez era una calle muy viva. En Avenida Juárez estaban todos los cafés y los bares. Sobre todo lo de los cafés  es una institución que lamento mucho que haya desaparecido”, comenta el escritor.

“Tenían la inmensa ventaja de que usted podía llegar en el momento en que usted quisiera y se iba en el momento en que quisiera. Si me invita a su casa y yo no llego, usted se enoja. O si me levanto... El café daba esa libertad muy grande”, detalló.

El autor de Morirás Lejos resaltó la importancia del respeto y la tolerancia que hubo en su generación.

En 1972, sostuvo un debate con Carlos Fuentes en la revista Plural, fundada por el Premio Nobel, Octavio Paz (1914-1988) respecto al papel de los intelectuales y su relación con la clase política ; entonces Fuentes era embajador de México en Francia en el gobierno de Luis Echeverría.

“(...) Sintiéndolo mucho y agradeciéndole tanto todo lo que había hecho por mí, tuve una discrepancia muy fuerte con Carlos Fuentes y con Fernando Benítez a propósito de su apoyo a Luis Echeverría”, recuerda. “Sí discrepamos pero seguimos siendo amigos”.

“Ahora no estamos de acuerdo y ya nos insultamos y nos peleamos a muerte. Al contrario, creo que un mundo debe basarse en la diversidad. Eso sí me parece una lección para estos momentos”, afirma.

En el México “imperio de la juventud” había esperanza, dice. Si no esperanza, al menos la idea de que el día por venir iba a ser mejor que el pasado y el presente.

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