Emoción, nerviosismo y ansiedad, el sentir de #YoSoy132 sobre el debate
Nota del Editor: Federico Gómez Pérez es estudiante de la carrera de Comunicación en la Universidad Iberoamericana. Es integrante del Movimiento #YoSoy132. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter: @fedexgomez
(CNNMéxico)— Desde que la candidata a la Presidencia de la República del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, aceptó ir a un debate convocado por los integrantes del Movimiento #YoSoy132 —fue la primera a quien invitamos luego de que participara en un evento en la Universidad Iberoamericana—, empezamos a reunirnos para planear la logística del encuentro al que también asistieron Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri, candidatos del Movimiento Progresista y el Partido Nueva Alianza, respectivamente.
Debíamos determinar cómo armarlo, cómo llevar el tema a la coordinadora interuniversitaria, y definir detalles de mecánica, recursos, sede, formato, entre otras cuestiones.
Cuidamos con lupa el formato que emplearíamos en el encuentro que ocurrió este martes. Los integrantes de #YoSoy132 perfilaron los temas a tratar mientras que el grupo Más de 131 se hizo cargo de la logística. Todos hicimos un gran esfuerzo, nos entregamos y tomamos decisiones. Nunca nos dimos por vencidos. Queríamos sentar un precedente ciudadano, encabezado por jóvenes de distintas universidades. Queríamos organizar un espacio en el que fueran visibles elementos por los que abogamos: democracia, imparcialidad y transparencia.
En el momento del debate, nos encontramos con un ambiente de emoción, nerviosismo y ansiedad. En apenas dos semanas, logramos organizar un debate al que acudieron tres de los cuatro candidatos a la Presidencia de México.
Algunos pusieron de su parte supervisando la conexión de internet , otros revisaron la logística de seguridad, algunos más dialogaron con los representantes de los candidatos y otros miembros del movimiento atendieron a los medios de comunicación.
Para quienes nos encontrábamos en las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), sede del encuentro, era emocionante escuchar los gritos de “¡Goya!” de los estudiantes que aguardaban en el exterior. Eso nos daba mucha tranquilidad. Nos sentíamos respaldados.
Gabriel Quadri y Andrés Manuel López Obrador fueron los primeros en llegar. Se estrecharon la mano. Josefina Vázquez Mota llegó después, poco antes de que empezara la transmisión.
Ya dentro del foro, podía observar a Roberto Gil, integrante de la campaña de Josefina Vázquez Mota, y también a Elena Poniatowska, del equipo de Andrés Manuel López Obrador. Ambos hacían anotaciones y escuchaban con atención.
Fue a través de Twitter que me di cuenta de las fallas que existían con la transmisión. Algunos no podían verlo en YouTube y otros señalaban una aparente saturación. En ese momento esa era nuestra incógnita: ¿cómo se verá afuera el debate?
Al final, concluido el encuentro, quienes participamos en la organización de este ejercicio nos acercamos a los candidatos, nos tomamos una fotografía con ellos, en grupo, y les agradecimos su participación , especialmente por haber hecho frente a una comunidad crítica.
Entre nosotros, sonreíamos, sabíamos que habíamos contribuido en la organización de un hecho inédito: un debate con candidatos a la Presidencia de México promovido por los ciudadanos.
Uno de los retos del Movimiento se cumplió. Hace apenas unas semanas, nos unimos para grabar un video en el que nos identificamos como alumnos. Pero ahora podemos presumir que a través de la organización de un debate nos hicimos escuchar y abrimos un espacio para la discusión de los temas que son de interés para los ciudadanos.
La realización del debate es una muestra de cómo la generación de hoy, de la que me precio ser parte, aporta una nueva luz a la historia de la democracia en México.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Federico Gómez Pérez.