Tepito, un barrio de la Ciudad de México que se resiste a la autoridad
Tepito es un barrio popular de la Ciudad de México al que hasta la Policía piensa dos veces antes de entrar.
Conocido entre los capitalinos como el Barrio Bravo, es un importante punto comercial y un foco rojo en delitos como narcomenudeo, robo y piratería.
Los operativos policiales contra la delincuencia se topan a menudo con una comunidad que responde violentamente.
Apenas este miércoles, una operación para detener a cuatro supuestos ladrones derivó en un enfrentamiento en el que unas 200 personas que portaban armas, palos y petardos hicieron replegar a policías antimotines del gobierno capitalino.
Una situación similar ocurrió en marzo pasado, cuando una camioneta de la Policía Federal fue incendiada después de un operativo para decomisar mercancías ilegales.
En junio de 2010, rumores sobre el supuesto robo de dos niños del barrio provocaron que los vecinos tomaran el control de las calles, varios de ellos en motocicletas, en un incidente que duró casi 18 horas.
Los operativos policiales se concentran contra la mercancía ilegal, que incluye ropa, discos, películas, libros, cosméticos y bisutería frecuentemente importados de China.
El Distrito Federal concentra más del 70% de toda la piratería en el país, según cifras de la Procuraduría General de la República (PGR). Tepito es la principal fuente abastecedora.
En febrero pasado, la Alianza Internacional de Propiedad Intelectual (IIPA) ubicó a Tepito como un mercado dominante y una de las principales fuentes de manufactura y venta de mercancías piratas, que se producen por cientos de miles en laboratorios clandestinos que emplean a miles de familias.
Para el abogado criminalista Gabriel Regino, ex subsecretario de Seguridad Pública de la ciudad, la actitud violenta ante los operativos contra la delincuencia en Tepito responde a “una cultura de ilegalidad” que tiene su base en la economía informal del barrio.
“Lo que es de valor para ellos es su ingreso. La acción que en la sociedad vemos como legal ellos lo interpretan como una acción agresiva”, dijo en entrevista a CNNMéxico. “Cada que hay una incursión de autoridades la respuesta es inmediatamente violenta, porque lo que se busca es generar un cerco de impunidad”.
Regino recibió un botellazo en la cabeza en 2003 durante un operativo en Tepito, cuando aún era titular de Seguridad el ahora alcalde de la cuidad, Marcelo Ebrard. En esa ocasión, Ebrard consideró un error creer que no se puede entrar al barrio, el cual dijo que tenía que acostumbrarse a la presencia policial.
En Tepito también se venden drogas al menudeo, mercancías robadas y armas de fuego.
Sin embargo, la criminalidad en Tepito tiene un origen social y debe ser combatida con programas de intervención social dirigidos a “cohesionar a los grupos a favor de la legalidad”, añadió Regino, actualmente investigador y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“No es policialmente la manera de resolver una ecuación tan compleja como la que ocurre en ese barrio, sino es penetrando las raíces e interpretando los diferentes fenómenos sociales”, dijo. “No queremos ni pretendemos ni deseamos que Tepito se convierta en la favela de la ciudad”.
Los habitantes del barrio son de los más pobres de la capital mexicana, con ingresos familiares promedio de entre uno y tres salarios mínimos, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).
Los operativos y enfrentamientos también criminalizan al barrio, uno de los más antiguos y emblemáticos de la capital mexicana, dijo a CNNMéxico Alfonso Hernández, director del Centro de Estudios Tepiteños de la Ciudad de México.
Tepito es el hogar de algunas de las expresiones mexicanas más tradicionales, como el albur – juego de palabras de doble sentido – y la práctica de la salsa de salón. De sus calles han salido algunas de las máximas figuras del deporte, como el boxeador Raúl El Ratón Macías, el futbolista Cuauhtémoc Blanco y el luchador Místico.
“Si no se pudiera entrar, si fuera un gueto, no tendríamos la población flotante que sigue viniendo a abastecerse. Tepito sigue siendo el ropero de los pobres y un tianguis popular”, dijo Hernández.
CNNMéxico intentó obtener una respuesta del gobierno de la ciudad sobre este planteamiento, pero no obtuvo respuesta.