El IFE presume "cifras históricas" entre fiesta y protestas
Para el IFE, la jornada del 1 de julio fue una fiesta. Una botarga que reproducía una credencial de elector, stands con regalos como plumas, bolsas y libretas para trabajadores y visitantes, y juegos de mesa sobre los comicios, dieron a la sede del organismo electoral un ambiente festivo.
Las carpas de los medios de comunicación instaladas en la explanada principal del Instituto Federal Electoral (IFE) atraían las miradas del personal del lugar y sus familiares. Atentos miraban cómo se realizaban las transmisiones de radio y televisión, algunos aprovecharon para tomarse fotos y saludar a periodistas, conductores de televisión y algunos políticos.
El árbitro electoral estaba de fiesta: los comicios eran las más mayores elecciones de la historia, pues se elegiría presidente y más de 2,000 cargos públicos; pasado el mediodía del domingo presumían que solo dos casillas en Oaxaca no habían podido instalarse debido a la lluvia.
En la elección de 2000 dejaron de instalarse 14 casillas y en el 2006, fueron 11 centros de votación. Esa era la primera “cifra histórica” que entregaba el IFE de este proceso electoral, presumía el consejero Lorenzo Córdova durante la primera parte de la sesión del consejo general.
“Lo cual, insisto, habla y no se trata de autocomplacencias, habla de lo que le toca a esta autoridad electoral, que es la organización del proceso electoral”, defendía Córdova Vianello ante las críticas de Herón Escobar, diputado del Partido del Trabajo (PT) y consejero del Poder Legislativo ante el IFE.
“Espero que los mensajes optimistas de los consejeros no hayan sido grabados ayer o antier, porque no puedo percibir ningún indicio de ambiente festivo pacífico, seguro, transparente, que nos prometieron durante meses. Son demasiado autocomplacientes”, reprochaba Escobar García.
Una sesión de risas y rostros serios
Pasadas las 20:00 horas el PREP daba los primeros resultados de la votación, que aunque no son definitivos daban cuenta de una tendencia clara: Josefina Vázquez Mota se colocaba en tercer lugar.
La panista aseguró desde la sede nacional del Partido Acción Nacional (PAN) que “las derrotas deben enseñarnos” y dijo que su partido empezaría a “construir las victorias de próximas elecciones intermedias (…) construir la victoria de la Presidencia de la República para el año 2018”.
El mensaje fue alabado durante la segunda parte de la sesión del Consejo General por los representantes de los partidos opositores en el IFE, quienes exaltaron la “valentía” de la panista de reconocer su derrota.
El representante del PAN, Rogelio Carbajal, secundó lo dicho por la candidata y destacó que al reconocer que los resultados no la favorecen “honra a la democracia”.
“Cuando sepamos que los votos nos favorecen acudiremos a las instancias jurisdiccionales para defender los votos”, dijo Carbajal, pero este no era ese momento.
“Hoy quien llega al poder encontrará un México diferente”, dijo Carbajal, tras asegurar que como oposición el PAN exigirá cuentas para garantizar la seguridad y la mejora en la economía de los mexicanos.
“No me resta más que señalar que el momento de los ciudadanos pasó de una forma importante y que ellos han tomado una determinación que habremos de respetar”, dijo en tono serio, sin mirar demasiado a las demás personas que integraban la mesa del Consejo General.
Diferente fue el tono del priista Sebastián Lerdo de Tejada, quien sin proclamar ganador al abanderado de su partido, Enrique Peña Nieto, aseguró que “el PRI no quiere un solo voto al margen de la ley”.
“Habremos de defender cada uno de los votos que han emitido hoy los ciudadanos”, dijo.
Mientras dentro del IFE había algarabía, afuera, decenas de personas se manifestaban porque no habían podido votar debido a la insuficiencia de boletas electorales en las casillas especiales instaladas en la Ciudad de México.
Los manifestantes gritaban consignas como “el gobierno miento no me dejó votar” y “queremos votar”. Cerca de 70 policías federales los observaban desde el patio del instituto.
A los votantes inconformes siguieron simpatizantes del candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quienes se apostaron fuera del IFE minutos antes de que el consejero presidente, Leonardo Valdés diera a conocer que el priista Peña Nieto aventajaba en la contienda electoral, según los resultados del conteo rápido del Instituto.
El titular del árbitro electoral aprovechó parte de los casi seis minutos que duró su mensaje para destacar la "jornada electoral ejemplar, participativa, pacífica y realmente excepcional" que vivió el país.
"Ha sido una gran jornada electoral, los mexicanos hemos ratificado que la democracia y las elecciones democráticas son el único método válido para obtener el poder político. El IFE garantiza que los votos de todos sean escrupulosamente respetados", dijo Valdés para terminar su intervención, que fue escuchada en silencio por los cientos de periodistas y trabajadores del instituto en la sala de prensa.
Afuera del IFE, los simpatizantes de López Obrador gritaban “si hay imposición habrá revolución” y “Peña presidente no serás”, entre otras consignas, que se escucharon hasta la sala de prensa.
La jornada del 1 de julio terminó, aunque no el conteo de votos, al que todavía le falta ser validado por el cómputo de los 300 distritos que inicia este miércoles y luego tener el último "visto bueno" del Tribunal Electoral Federal.