Angélica Rivera, de la escena televisiva al terreno político
Ninguna telenovela iguala en interés y complejidad esta historia plagada de subtramas, personajes incidentales, romance, algunas muertes y una teoría de conspiración. Prácticamente todos los medios de comunicación mexicanos y varios internacionales han escudriñado hasta el último detalle del matrimonio entre la actriz Angélica Rivera, conocida como La Gaviota, y Enrique Peña Nieto.
La llamada prensa del corazón habla de un amor digno de suspiros: la “calidad moral” de la actriz, el carisma del político. Para otro sector de la prensa, en cambio, esta relación es un reality show fraguado previamente o parte de un plan de marketing para construir la victoria del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Según el polémico reportaje publicado en el periódico inglés The Guardian —en el que no se consignaron fuentes y cuyos hechos citados CNNMéxico no pudo verificar— el Estado de México pagó a Televisa 346 millones 326,750 pesos entre 2005 y 2006 para posicionar a Peña Nieto, entonces gobernador, en reportajes, entrevistas y comentarios.
En un par de comunicados, Televisa negó las acusaciones: “Grupo Televisa no se dejará amedrentar por The Guardian y le continúa exigiendo una disculpa pública dadas las múltiples falsedades con las que ha construido sus artículos".
Acostumbrada a los reflectores, Angélica ha mantenido un perfil discreto ante los tropiezos : los hijos fuera del matrimonio de Peña Nieto, los reportajes de The Guardian, las manifestaciones en contra de su esposo durante la campaña electoral. Temas sobre los que la actriz no hizo ningún comentario.
Sin embargo, no ha estado lejos del proceso electoral. Desde la noche del 29 de marzo, cuando empezaron las campañas, La Gaviota comenzó a transmitir en Youtube una serie de videos caseros que tituló Lo quemisojosvenymicorazónsiente, "quiero que sus ojos vean lo que mis ojos van a ver", anota en el texto de presentación de las imágenes.
Como buena actriz, Angélica se adaptó al rol que le tocó jugar durante la contienda. Dejó atrás a la mujer desinhibida para convertirse en la discreta, pero carismática esposa del candidato presidencial.
De escuela de monjas a la televisión
En la década de 1980, la colonia Lindavista, ubicada en el norte de la Ciudad de México, iba en decadencia. La tala de sus características palmeras para crear vías rápidas y la construcción del metro, que atrajo el comercio informal, devaluó una zona que apenas dos décadas atrás había sido uno de los epicentros de la clase media alta de la capital.
Ahí creció Angélica Rivera Hurtado junto a sus cinco hermanos. Su papá, Manuel Rivera, tenía una clínica oftalmológica en el segundo piso de un edifico ubicado en una de las principales avenidas de la zona.
Su consultorio estaba repleto de fotografías de sus hijos: Carolina, Maritza, Adriana, Felisa, Manuel y Angélica. Conforme esta última alcanzaba la fama, las revistas en la sala de espera se convertían en un museo de sus logros. Así lo describe Gloria Carpio, cuya abuela tenía un estudio de danza a un lado, un lugar donde la actriz tomó clases.
Angélica y sus hermanas asistían al Colegio las Rosas, una de las tantas escuelas católicas del rumbo, a unas cuadras de la Basílica de Guadalupe. Según relató su padre a la revista Quien, Angélica representó varias veces a la Virgen María en las obras escolares y tenía la inquietud de ser actriz.
Cuando tenía 17 años, Rivera se enteró de que Verónica Castro —celebridad de telenovelas— grabaría el video de la canción Macumba en una locación en la ciudad, no dudó en acudir. Además de entrar a la locación, la joven logró contactar a la actriz que entonces protagonizaba Rosa Salvaje.
Por su atractivo físico y carácter extrovertido, Castro le ofreció un breve papel en el video.
Al terminar la grabación, la actriz le dio un consejo que le cambiaría la vida a quien años después sería su cuñada: inscribirse en el concurso El rostro que organizaba el diario El Heraldo de México para promover nuevos talentos y que Verónica había ganado en 1970.
Ganar ese certamen auguraba una carrera exitosa en la televisión. Sin embargo, lo que le dio fama nacional fue aparecer como modelo en el video Ahora te puedes marchar, de Luis Miguel. El cantante era la sensación del momento.
En 1987, el mismo año que ganó El Rostro, Angélica comenzó a conducir TNT, un programa de videos musicales. Además, aparecía en cápsulas de VideoVisa anunciando estrenos de películas en VHS con pantalones ajustados y un brassiere debajo de sacos estampados: la moda de la época.
Pero ella quería era ser actriz. Obtuvo primero personajes secundarios y luego de mayor importancia en telenovelas populares como Dulce desafío, Simplemente María, Mi pequeña Soledad, La pícara soñadora, Alcanzar una estrella. Poco a poco se convirtió en una figura conocida en los pasillos de Televisa, la principal fábrica de celebridades de la época.
Su amistad con el productor de telenovelas José Alberto El Güero Castro, hermano menor de Verónica, le abrió aún más puertas en el mundo del espectáculo.
La periodista de espectáculos, Shanik Berman, describe la importancia de conocer a los Castro en ese tiempo. “Los mexicanos muchas veces no sabían ni cómo se llamaba su presidente y seguro no conocían al 99% de sus gobernadores, pero todos conocían a Verónica Castro”.
Mujer de pompa parada
Frente a un falso ventanal con largas cortinas azules, en el set de Íntimamente Shanik, Angélica Rivera contestó todo tipo de preguntas a la periodista. Era la década de 1990.
Con medias negras, maquillaje recargado y fleco abombado, la actriz opinó sobre los hombres y los trucos para descubrir infidelidades; sobre la importancia de satisfacer a su pareja para que no se vaya con otras. También habló de su relación con Verónica Castro y su noviazgo con El Güero Castro.
“Lo que siempre me impresionó de ella es que tenía unas pompas espectaculares y una postura preciosa”, recuerda Shanik. “Siempre ha sido muy carismática, muy agradable, pero cuidó mucho su reputación, nunca le conocí ningún novio más que El Güero”.
Aunque Angélica describía a su padre como un fiestero, tuvo una educación conservadora. “Tal era su sueño de casarse de blanco, que puso una tienda de vestidos de novia con su hermana”, dice Shanik. Sin embargo, en la familia Castro no creen en el matrimonio, así que a pesar de los deseos de boda, la pareja decidió vivir en unión libre cuando ella tenía 20 años.
Fue en 1995, a sus 25 años, cuando se consolidó como una actriz protagónica en Ladueña. En esta telenovela que tuvo el rating más alto del año, Angélica interpretó a una mujer de carácter fuerte.
Regina Villareal no era la típica heroína de un melodrama. Era una hacendada “de buen corazón” que al ser plantada frente al altar se volvió fría y soberbia. Entonces “puso de moda la ropa vaquera, la bota, el sombrero”, recuerda Shanik.
Después de 14 años de vivir juntos y de haber tenido dos hijas —Sofía y Fernanda— Angélica logró convencer a José Alberto Castro de casarse con ella. “Es algo que a mí siempre me pesó y me dolió, porque a mis dos hijas mayores les hacían comentarios en la escuela debido a que habían nacido fuera del matrimonio. Conforme fueron creciendo las niñas, me di cuenta que no era bueno estar así”, declaró a la revista Quién.
La ceremonia se llevó a cabo, primero en la iglesia de Nuestra Señora de Fátima en el Estado de México y luego en la playa en Acapulco, Guerrero, en diciembre de 2004.
Angélica declaró a la revista Quién: “El día que me casé con elGüero Castro, ése día me divorcié por algo que sucedió entre él y yo después de la boda. Pero eso sólo lo saben mis hijas y yo me lo voy a llevar a la tumba”. Sin embargo, dos años después, en 2009 tuvo a su tercera hija, Regina.
Lasreinasdel'rating'
La encuesta Berumen y Asociados —creada por el Observatorio Universitario Electoral (OUE) y levantada entre el 30 de mayo y el 6 de junio de este año— indica que el 80% de la población en México se informa por la televisión más que por otros medios. De ese porcentaje, 44% dijo que votaría por Enrique Peña Nieto.
Tanto el PRI como el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) —los partidos que impulsan al candidato— se han caracterizado por contratar actores y actrices para sus spots, entre ellos la cantante Lucero y Maite Perroni, exintegrante de RBD.
En 2007 Angélica protagonizó la popular telenovela Destilando amor, basada en la exitosa producción colombiana Café con aroma de mujer, dondeobtuvo el apodo de Gaviota.
Fue entonces cuando el gobierno del Estado de México, la entidad más poblada del país, la contrató para ser la imagen de la campaña “ Los 300 compromisos cumplidos ” del entonces gobernador Enrique Peña Nieto.
En los spots, Angélica Rivera vestía blusa blanca y chaleco rojo, los tonos del PRI, y comenzaba a alejarse de los minishorts y los tops característicos del grupo Muñecos de Papel, una banda creada para la telenovela Alcanzar una estrella.
Al término de esa campaña, en 2008, Enrique la invitó a cenar a Philippe, un elegante restaurante en Paseo de la Reforma al que acuden personajes de la alta sociedad mexicana. Ahí platicaron desde las 9:00 horas hasta la 01:00 del día siguiente, relató la actriz a Alberto Tavira, entonces editor de la revista Quién.
Ella dijo que los detalles de caballerosidad que mostró el político y a los cuales no estaba acostumbrada la conquistaron.
Además, dijo a Tavira que nunca antes le habían preguntado: “¿Quieres ser mi novia?”
El miércoles 12 de noviembre de 2008, Enrique Peña Nieto acudió al programa Shalalá, conducido por Sabina Berman y Katia D’Artigues en TV Azteca.
Como si llegara a casa de dos amigas, le ofrecieron hasta tequila y ahídio la exclusiva de su noviazgo con la actriz, luego de muchas especulaciones sobre la relación.
Parte importante de consolidar el noviazgo fue lograr una buena relación con los hijos, pues ambos tienen de matrimonios anteriores. Shanik Berman recuerda que en una entrevista que le hizo a Peña Nieto él le dijo que admiraba que ella (Angélica) pudiera criar también a sus hijos. “Es más fácil manejar un país que a seis adolescentes, y lo ha logrado”, considera Berman.
En diciembre de 2009, la pareja, sus cinco hijos y la madre de la actriz realizaron un viaje oficial al Vaticano para inaugurar una exposición de artesanías del Estado de México. Tras una audiencia con el papa Benedicto XVI, en la prensa mexicana trascendió que Peña Nieto presentó a Angélica como su futura esposa.
Un retrato se reprodujo en varios medios: Angélica Rivera recibiendo la bendición papal con un vestido y un velo negros.
El episodio recordó el momento cuando el expresidente Vicente Fox promovió la anulación de su matrimonio para poder casarse por la iglesia con Martha Sahagún. Aunque no obtuvieron una respuesta hasta que terminó su periodo, fue el primer mandatario mexicano en obtener la invalidación. Martha Sahagún se casó de blanco.
En este caso, Angélica Rivera apresuró el proceso. Meses antes del viaje al Vaticano, en mayo de 2009, la actriz consiguió la anulación de su matrimonio con José Alberto Castro. Uno de los argumentos fue que la boda serealizó en la playa, una práctica no permitida por la religión católica, que exige la ceremonia en una iglesia.
Sin embargo, tras la anulación hubo una serie de escándalos y confusiones. El 3 de junio de ese año, el periodista de espectáculos Gustavo Adolfo Infante entrevistó en su programa No lo cuentes a la secretaria de una iglesia donde supuestamente ocurrió la ceremonia religiosa entre Rivera y Castro.
Verónica Castro también cuestionó la anulación. Fue la única de la familia Castro que habló al respecto.
"Qué bueno que todo el mundo sea feliz, pero vamos a ser claros: ¿ahora resulta que mi hermano y Angélica se casaron de mentira?", dijo a la revista ¡Hola!.
Meses después, en febrero de 2010, Verónica Castro salió de Televisa y expresó su descontento por el trato que le dieron en su última producción: Los exitosos Pérez.
El réferi
La relación entre Televisa y el Partido Verde no solo ha sido señalada por el periódico The Guardian, sino también por la autoridad electoral.
A principios de este año, tras las campañas para renovar la Cámara de Diputados, el partido obtuvo la tercera multa más alta en la historia: 194 millones de pesos, por comprar espacios bajo la etiqueta de “integración de producto” en las revistas Vértigo, TV y Novelas, y en la telenovela Un gancho al corazón.
En esta última, la unidad de fiscalización del Instituto Federal Electoral corroboró que se incurrió en proselitismo, incluso dentro de la trama. En ella, el actor Raúl Araiza llevaba una playera verde y hacía alusiones directas a las propuestas de este partido político. Tanto Araiza como la actriz Maite Perroni fueron la imagen de la campaña del PVEM a favor de la pena de muerte para secuestradores y asesinos.
Sin embargo, estos escándalos no afectaron la candidatura del PRI a la presidencia. “La buena presencia de Peña Nieto, más una mujer guapa y actriz de una telenovela exitosa ha influido de manera importante en la opinión de los votantes”, asegura el economista Julio Boltvinik, integrante del OUE que contrató la encuesta Berumen.
Para un sector de la población y la prensa, los reportajes de The Guardian siguen siendo un obstáculo para anunciar la completa transparencia de estas elecciones. El 7 de junio, el periódico británico publicó un supuesto plan de trabajo de Televisa para darle una “cobertura favorable” a Peña Nieto y desprestigiar a su contrincante, Andrés Manuel López Obrador.
“Si el PRI utiliza espectaculares, campañas de radio, televisión, plumas, calzones, tazas y pantallas de televisión para conseguir votos a su favor, creo que es válido. Se están jugando el todo por el todo: la presidencia de laRepública”, dijo Gustavo Adolfo Infante.
El periodista dijo que a él nunca le han pagado por una entrevista ni un comentario.
Príncipe de todas
Enrique Peña Nieto caminaba por las calles de Atlacomulco detrás del cortejo fúnebre de su padre, Gilberto Enrique Peña del Mazo. Sin importar el duelo de quien 19 días antes había ganado la gubernatura del Estado de México, las mujeres le gritaban piropos y querían tomarse fotos con él. “Como si fuera el Luis Miguel de la política, se le iban encima con abrazos y él se dejaba querer”, recuerda Alberto Tavira.
En su libro Las mujeres de Peña Nieto, Tavira retrata a un seductor nato, “un hombre carismático y físicamente muy atractivo, aunque no muy alto”, pero con un fuerte impacto en las mujeres.
Julio Boltvinik, de la encuestadora Berumen, explicó que si el voto fuera solo de mujeres Peña Nieto ganaría por 13 puntos porcentuales. “Gana en todos los grupos de mujeres, pero donde más sube la gráfica es entre las primeras votantes, entre las jovencitas entre 18 y 24 años; ahí alcanza casi el 40%”.
Pese a su popularidad, sus relaciones antes de La Gaviota fueron un melodrama. Durante su matrimonio con Mónica Pretelini tuvo una relación con Maritza Díaz Hernández, con quien tuvo un hijo.
Unas semanas después de la muerte de Mónica en enero de 2007, su quinto hijo, el que procreó con Yessica de la Madrid –mujer que conoció durante su campaña a gobernador– falleció de cáncer. Ese mismo año también tuvo una relación con Rebecca Solano de Hoyos misma que terminó tras una infidelidad de él, según consigna la revista Quién.
El 27 de noviembre de 2010, después de casi tres años de noviazgo, Angélica y Enrique se casaron en la catedral de Toluca, en el Estado de México. Alejandro y Nicole, los hijos de él, y Sofía, Fernanda y Regina, de ella,fueron sus padrinos.
Al término de la ceremonia, detrás de unas vallas, la prensa esperaba a la pareja. Ella lanzó un ramo de rosas blancas a los espectadores. La recepción y la boda civil fueron en la casa de gobierno del Estado de México, a donde asistieron alrededor de 230 invitados.
Pero a diferencia de las telenovelas, que siempre acaban en boda, ésta apenas comenzaba y todavía no escribe su último capítulo.