Activistas señalan riesgos para migrantes tras el cierre de un albergue
Defensores de los derechos de los migrantes advirtieron del riesgo para los migrantes que recorren México para llegar a Estados Unidos tras el cierre del albergue San Juan Diego en el municipio de Tultitlán, en el Estado de México.
El cierre del albergue para migrantes en la zona de Lechería y el descarrilamiento del ferrocarril conocido como La Bestia el 17 de junio han expuesto a los migrantes centroamericanos que pasan por México en su ruta a Estados Unidos a una doble emergencia, alertó este martes el misionero católico Alejandro Solalinde.
"Yo pienso que tenemos que estar muy atentos a lo que suceda y si es posible hasta adelantarnos y prevenir y no esperar hasta que las cosas sucedan porque lo que tenemos ahorita son dos emergencias. Una que es por el descarrilamiento del tren pero la otra la tenemos acá en este momento en Lechería", dijo el sacerdote.
En conferencia de prensa tras dos meses viajando por Estados Unidos y Europa por amenazas de muerte, Solalinde consideró que el cierre del albergue ubicado en el municipio de Tultitlán se debe tanto a la irresponsabilidad de las autoridades estatales y municipales, como a la "insensibilidad" de la Iglesia católica sobre la situación de los migrantes.
"Para ellos (los migrantes centroamericanos) no hay lugar en la posada, un migrante no tiene lugar ahí y yo creo que es la convergencia de dos poderes que no se han visto muy solidarios al menos en su totalidad ahí hacia el migrante", señaló.
El refugio, abierto por la pastoral de Movilidad de la Iglesia católica, se ubicaba a unos 20 metros de la vía del tren que viaja del sur al norte de México. Operaba desde la década de 1940 y recibía a un centenar de migrantes cada día, aproximadamente.
De acuerdo con la vocería de la Conferencia Episcopal Mexicana, el cierre temporal del albergue fue decisión de la Diósesis de Cuautitlán, encabezada por el obispo Guillermo Ortiz Mondragón.
La vocería del municipio de Tultitlán explicó que no tuvo nada que ver con el cierre del inmueble y que si bien actualmente siguen llegando migrantes en busca de refugio, al encontrar cerrado el albergue, se han quedado al lado de las vías del tren, sin que hasta ahora se haya presentado ningún incidente con los vecinos.
Desde hace unos años, los vecinos de Lechería se habían manifestado en contra del albergue .
Leticia Gutiérrez, directora ejecutiva de la organización Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, dijo que debido a estos dos incidentes, la ruta tradicional de los migrantes "se ha alterado", por lo que explicó que se desconocen qué alternativas están tomando para llegar a territorio estadounidense.
"Los migrantes están llegando de Arriaga e Ixtepec hacia Veracruz, pero como se dan cuenta de que no van a poder utilizar, al menos por el momento, el tren ordinario, ellos están utilizando cualquier medio de transporte para subir, lo que los deja en una situación de vulnerabilidad, de invisibilidad, de posibilidad de ser víctimas del secuestro y de las extorciones", detalló.
Informó que desde hace dos semanas, se habilitó un comedor para migrantes en Huehuetocan, Estado de México, como alternativa al albergue de Lechería, pero no cuenta con la infraestructura para hospedaje.
En la misma conferencia, Alberto Herrera, director ejecutivo de Amnistía Internacional en México, responsabilizó a las autoridades tanto del Estado de México, como del municipio Tultitlán por no garantizar la seguridad en el albergue, lo que, asegura, llevó al cierre de la Casa de Migrante de San Juan Diego.
"Esta red de alrededor de 50 albergues que trabajan con la Dimensión Pastoral para la Movilidad Humana para atender a migrantes irregulares en su paso hacia Estados Unidos lleva a cabo acciones muchas de ellas que corresponden a las autoridades que representan el único rincón de resguardo de una población que vive en la periferia de todo", señaló.
El secretario de Gobierno del Estado de México, Ernesto Nemer Álvarez, informó a través de un comunicado, que trabajará autoridades federales, municipales y vecinales, para hallar alternativas de solución, ante el cierre de la Casa del Migrante.
“El sitio donde se encontraba esta casa es de la Diócesis de Cuautitlán y sabemos que ha sido dicha instancia la que decidió cerrarla, en virtud del espacio limitado con el que contaban y por la petición de vecinos de la zona, con quienes se convino que dejara de operar.
“La administración que encabeza Eruviel Ávila respeta esa decisión (de la Arquidiócesis), sin embargo, estamos conscientes de que el tema de los migrantes es complejo en el Estado de México", informó el funcionario a través de un comunicado.
El gobierno del estado dijo que buscarán alternativas, comouna posible reubicación, con mayor control y seguridad, reforzar la vigilancia en la zona, solicitarán a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México apoyo para realizar supervisiones y "evitar que los migrantes sean víctimas de maltrato por parte de cualquier funcionario federal, estatal o municipal".
El funcionario recordó que el Estado de México es paso obligado para quienes van hacia Estados Unidos.