Policía detenido por balacera en el Aeropuerto del DF reconoce "traición"

Bogard Felipe Lugo de León, el único detenido en relación con la muerte de tres policías federales en el aeropuerto de la Ciudad de México, aseguró que existe “una línea muy delgada” entre ser un policía y un criminal y dijo que traicionó a sus principios como policía al involucrarse con el crimen organizado.

“Hay una línea, yo creo que es muy delgada, en pasar de ser un policía a un delincuente, y todo tiene que ver con lo económico”, aseguró el agente en declaraciones difundidas por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal.

Lugo de León fue capturado la madrugada de este domingo  en un departamento en el sur de la Ciudad de México, tras una denuncia ciudadana que informó sobre su ubicación, según dijo el jefe de la Unidad de Seguridad Regional de la Policía Federal, Luis Cárdenas Palomino.

“Siento que fallé a todos los principios que yo tenía como mi formación, que decidí ser un policía”, dijo. “Me siento que he traicionado todo, empezando con mi familia, ya que ni siquiera tengo el privilegio de poder estar con ellos”.

Originario de Guasave, Sinaloa, en el noreste de México, el agente de 27 años dio en la entrevista videograbada su versión de los hechos ocurridos el 25 de junio pasado, cuando dos policías asesinaron a tiros a tres compañeros de la Policía Federal que se disponían a detenerlos.

Lugo llenaba un reporte al finalizar su turno en la seguridad de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), cuando recibió una llamada del agente Daniel Cruz García, aseguró el detenido.

“Jefe, puede venir por favor, estoy en el área de comida rápida”, fueron las palabras de García, quien sin dar detalles de lo que ocurría agregó: "ya valió", según Lugo de León.

Cuando Bogard Felipe llegó a la zona de comida rápida, vio a García y a su otro subordinado, Zeferino Morales Franco, acompañados por los oficiales Jesús Pacheco Valdez, José Adán Matadamas Cota y Fidel Rojas Martínez, añadió Lugo.

“Al momento que yo los abordo en cuestión de segundos fue cuando empezó el tiroteo ”, dijo.

Lugo contó que se protegió de los disparos y se trasladó al estacionamiento para huir en su vehículo a “cualquier rumbo hacia el interior de la ciudad".

Dejó su vehículo en un hotel, junto con su uniforme y su arma de cargo y luego consiguió un departamento con ayuda de un taxista, donde se refugió por los casi 20 días que siguieron al enfrentamiento, detalló.

Durante el tiempo que estuvo escondido recibió una llamada del agente Daniel García, dijo. “Me preguntaba que si me encontraba bien y le dije que sí, lo mismo me respondieron, que ellos también se encontraban bien”.

Según la versión de la Policía Federal, los oficiales Pacheco, Matadamas y Cota fueron asesinados a tiros cuando se disponían a detener a los agentes García y Morales por estar vinculados con una red de tráfico de drogas en la terminal aérea.

El jefe de la Unidad de Seguridad Regional de la PF aseguró este domingo, durante la presentación de Lugo, que la red de narcotráfico fue descubierta mediante el análisis de al menos cinco casos previos en los que se identificó el mismo modo de operar: un pasajero proveniente de Perú dejaba un paquete con cocaína en el baño, que luego alguien pasaba a recoger.

El 28 de junio, al revelar los nombres de los homicidas de sus tres agentes, Cárdenas Palomino aseguró que los agresores “traicionaron” a sus compañero s en un operativo antidrogas y anunció una recompensa de 5 millones de pesos por información que llevara a su captura.

Al ser cuestionado sobre si colaborar con los criminales representa una traición, el agente Bogard Felipe Lugo aseguró que “sería traicionar  a tu uniforme (y) a tu institución (...) Traicioné… a mi institución ya mis principios como policía”, afirmó, según un comunicado difundido por la SSP.

El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es la principal terminal aérea del país y el segundo más grande en América Latina, el cual registra un aforo de 24 millones de pasajeros trasladados por 31 líneas aéreas a 100 destinos cada año.

Las autoridades mexicanas mantienen la recompensa de 5 millones de pesos por información que lleve a la captura de los dos sospechosos aún prófugos.