Los migrantes centroamericanos en Chiapas esperan ayuda humanitaria
A lo largo de la vía del tren que esperan abordar, migrantes buscan resguardarse del calor que en Arriaga, en el sureño estado de Chiapas, alcanza los 40 grados. Ahí, Jonathan Andar Castillejos, originario de Honduras, herido por una golpiza que recibió, se acerca a un tráiler adaptado como clínica pero lo encuentra cerrado.
El 17 de julio fue inaugurado un tráiler de la Cruz Roja —que funcionaría permanentemente en Arriaga— adaptado con cuatro consultorios, una planta potabilizadora de agua y carpas donde los migrantes recibirían atención legal y alimenticia, debido a que por Chiapas ingresa el 95% de migrantes que cruzan México de manera ilegal.
El tráiler es parte del Programa de Asistencia Humanitaria a Personas Migrantes, que fue anunciado en un acto al que asistieron el delegado regional del Comité Internacional de la Cruz Roja para México, América Central y Cuba, Karl Anton Mattli; el presidente de la Cruz Roja Nacional, Fernando Suinaga Cárdenas, y representantes del gobierno de Chiapas.
“El tráiler lo trajeron desde el domingo, lo abrieron el martes de siete de la mañana a cinco de la tarde, estuvieron atendiendo a algunos migrantes. Luego lo cerraron, y no se ha vuelto a abrir. Tampoco está funcionando la planta de agua”, dijo doña Lupe, dueña de un puesto de tacos ubicado a un costado del tráiler de la Cruz Roja.
“Hoy llegaron a tocar la puerta del tráiler dos cachucos (guatemaltecos), pero en vano porque nadie atiende. Uno de ellos traía la pierna hinchada porque lo mordió una víbora en el camino. Yo tuve que llamar de mi celular una ambulancia para que lo atendieran”, cuenta la mujer.
Narra que cientos de migrantes llegan a este lugar cada día, con la intención de abordar el tren que los llevará al centro de México. Algunos buscan ayuda médica porque van heridos a consecuencia de abusos o accidentes que sufren en el camino.
“Ahora que ven que está el tráiler el signo de la Cruz Roja se acercan a preguntar, pero nadie está adentro para atender”.
Jonathan Andar Castillejos, de 19 años, es uno de ellos. El joven originario de Honduras cuenta que un grupo de migrantes lo golpeó con la intención de robarle dinero y secuestrar a dos de sus primas que iban con él. Las mujeres lograron escapar y se entregaron al Instituto Nacional de Migración (INM) para ser repatriadas. Él, según dice, continuará hasta llegar a la ciudad de Los Ángeles, en Estados Unidos.
“No quiero regresar a Honduras, de allá vengo escapando de los Maras (nombre de una pandilla) que me quieren reclutar. Prefiero arriesgarme a cruzar por México”, dice.
De la ciudad de Arriaga, cada tres días sale un tren de carga al que abordan los migrantes, en un número de oscila entre 400 y 500 cada vez, de acuerdo con información del Grupo Beta de ayuda a Migrantes, dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Algunos van guiados por traficantes de personas, y otros van solos, estos últimos son los más vulnerables, porque caminan durante largos tramos, hasta llegar a esta ciudad en donde abordan el tren .
CNNMéxico buscó a representantes de la Cruz Roja para conocer los motivos de esa situación, pero hasta la publicación de la nota no había recibido respuesta alguna.
Las vocerías del Gobierno de Oaxaca y miembros del Grupo Beta, encargado de atención a migrantes, dijeron desconocer los motivos por los que el tráiler no esté funcionando.
Emergencia migratoria
El sacerdote católico Heyman Vázquez, director del albergue Hogar de la Misericordia, ubicado en esta ciudad, considera que lo que actualmente se vive en la frontera de México con Guatemala es una “emergencia migratoria”, que no ha sido atendida, y que sólo ha servido “como propaganda política”, como la de la anunciada ayuda de la Cruz Roja nacional e internacional, que no se concertó.
La caída del puente Loma Bonita, en el estado de Veracruz, provocó la acumulación del número de migrantes que requieren atención humanitaria, explicó el sacerdote.
“El 11 de julio nos reunimos autoridades estatales y municipales, convocadas por la Secretaria de Desarrollo de la Frontera sur y Cruz Roja Internacional. Se comprometieron a poner carpas en orilla de la vía, con abogados, médicos, y personas que dieran alimentación a los migrantes. También personal de seguridad para contener los asaltos”.
Heyman Vázquez detalló que el martes 17, “porque iba a llegar el gobernador de Chiapas, Juan Sabines, pusieron las carpas y el tráiler-clínica. Anunciaron que iba a ser permanente, que iban a dar servicio médico, odontológico, y un lugar para que descansaran los que estaban muy cansados o enfermos. La atención sólo fue mientras las autoridades estuvieron en el lugar. Luego cerraron todo y se fueron”.
El sacerdote explicó que a dicho evento llegaron el representante de la Cruz Roja Internacional, y el presidente de la nacional. “Todos hablaron muy bien, muy bonito. Dijeron que inauguraban la ayuda al migrante, pero como siempre, solo fueron puras palabras. No hay cumplimiento”.
El flujo de migrantes aumenta cada día. Al albergue que atiende el sacerdote llegan cada día unos 100 de ellos. Por el momento, explica, consiguió que la asociación Médicos Sin Fronteras, atiendan a quienes van enfermos.
“Muchos llegan golpeados, con heridas, con historias recientes de abusos sexuales. No nos damos abasto, no podemos atenderlos a todos. Lo único que podemos darles es un poco de alimento y un lugar donde descansen y se aseen”.
Heyman Vázquez refiere que por ello se hace necesaria la ayuda de la Cruz Roja, de otras instituciones solidarias. “Por ello no se vale que si dicen que van a aplicar un programa humanitario para los migrantes, no lo hagan. No es justo. Los migrantes siguen en espera de esa ayuda”.
Durante el anuncio del programa de ayuda a migrantes en Arriaga, la Cruz Roja dijo que en Sonora y Tabasco se encuentran las otras dos unidades móviles para este fin.
