La CIDH condena la muerte de mexicanos en la frontera con EU
La muerte del mexicano Juan Pablo Pérez Santillán, ocurrida el 7 de julio presuntamente por disparos de la Patrulla Fronteriza estadounidense, fue condenada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual exigió este martes una investigación imparcial por “uso excesivo y desproporcionado de la fuerza”.
Según la CIDH, el cuerpo de Pérez Santillán fue hallado en las inmediaciones del puente internacional Los Tomates-Veterans que conecta a la ciudad mexicana de Matamoros con Brownsville, Texas, luego de que presuntamente dos agentes migratorios efectuaron disparos, uno de los cuales provocó la muerte del mexicano.
El segundo agente que disparó dijo que observó que “alguien” apuntaba con un arma desde el territorio mexicano, por lo que efectuó los disparos. Sin embargo, la CIDH expresó que ninguno de los agentes estadounidenses resultó herido, pero sí murió Pérez Santillán.
“Esta no es la primera vez en que se dan incidentes de esta clase, en los que se señala que hubo un uso excesivo y desproporcionado de la fuerza por parte de agentes estatales que se encargan de ejercer funciones de control migratorio en la frontera entre México y los Estados Unidos”, señala la CIDH a través de un comunicado.
Recuerda que Anastasio Hernández Rojas murió por una golpiza que le dieron los agentes, y en 2010 también los miembros de la Patrulla Fronteriza en la frontera de Ciudad Juárez provocaron la muerte del menor Sergio Adrián Hernández Güereca , en donde también alegaron que fueron agredidos con piedras.
Felipe González, relator de la CIDH sobre Derechos de los Migrantes, consideró que “es sumamente preocupante que algunos Estados recurran a medidas que responden a un enfoque de criminalización de la migración irregular, adopten leyes que van directamente en contra de los derechos de los migrantes y más aún que permitan la utilización de perfiles raciales en sus operativos de control migratorio”.
En su comunicado, la CIDH pidió que Estados Unidos realice “una investigación seria, independiente, imparcial y efectiva” sobre este incidente y los demás que han ocurrido entre la frontera de México y Estados Unidos en el pasado bajo situaciones similares de uso excesivo de la fuerza.
“Es obligación de Estados Unidos respetar y proteger los derechos humanos de todas las personas que se encuentran bajo su jurisdicción sin distinción de su situación migratoria”, recuerda el organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos.
La Organización de Naciones Unidas realizó un planteamiento similar en mayo, en donde dijo que Estados Unidos está obligado a investigar los asesinatos que ocurren a lo largo de la frontera mexicana por la cual miles de migrantes cada año cruzan sin documentos en busca de trabajo en ese país.
En enero de 2007, Francisco Javier Domínguez también murió por disparos efectuados por agentes fronterizos estadounidenses desde Arizona. José Alejandro Ortiz murió el 8 de agosto en un incidente similar ocurrido en la frontera de Ciudad Juárez con El Paso, Texas. En 2011, José Alfredo Yañez Reyes recibió un disparo de un agente desde San Diego en el paso que conecta a Tijuana, México.