Javier Sicilia condena la venta armas en una feria en Estados Unidos
El activista Javier Sicilia y una comitiva de la Caravana por la Paz hacia Estados Unidos visitaron este sábado el Gun Show, un mercado de armas instalado en la feria estatal de Albuquerque, la ciudad más grande del estado de Nuevo México.
La extensa bodega donde cualquier ciudadano con un permiso puede comprar un arma larga, estaba llena.
"Me espanta y me da terror", dijo Sicilia al salir. "Hay una perversidad entre la ilegalidad de las drogas y la legalidad de la venta de armas. Me pregunto si las armas de exterminio son compatibles con la segunda enmienda, porque ellos dicen que son de defensa, pero ahí hay armas de exterminio, no de defensa".
Sicilia estuvo acompañado de Miguel Álvarez, director de la organización de la sociedad civil Servicio y Asesoría para la Paz (Serapaz), y por Araceli Rodríguez, madre del joven policía federal Luis Ángel León Rodríguez, quien desapareció en una misión que realizaba junto a otros seis compañeros en Aporo, al este de Michoacán el 16 de noviembre de 2009.
Luis Ángel, de 23 años, iba comisionado para la protección de Juan Carlos Ruiz Valencia, director de la Secretaría de Seguridad Pública municipal del estado. Las investigaciones apuntan a que fue asesinado.
"Para mí es algo atroz. No hay palabras, mi corazón está temblando de pensar que quizá un arma que salió de aquí mató a mi hijo", dijo la madre, que participa activamente en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, liderado por Sicilia.
En el último mes, en Estados Unidos han ocurrido tiroteos en un cine en Colorado , donde murieron 12 personas; en una iglesia sij en Wisconsin , donde murieron siete personas y cerca de una universidad en Texas donde tres personas perdieron la vida.
Poco más del 70% de las armas recuperadas en escenas del crimen en México durante los últimos cinco años y rastreadas por el gobierno estadounidense, fueron vendidas en territorio de Estados Unidos, informó en abril la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés).
Organizaciones no gubernamentales de derechos humanos han denunciado que el gobierno de Barack Obama tiene una política que facilita la venta de armas a personas sospechosas de traficar con organizaciones criminales en México, para hacer un seguimiento del tema e identificar a los jefes de la mafia. Sin embargo, esas armas no regresan a Estados Unidos.
En marzo de 2011, un agente federal de Estados Unidos reveló que recibió órdenes para permitir el tráfico de armas a México como parte de un operativo para detectar y detener a bandas de contrabandistas en la frontera.
El operativo conocido como Rápido y Furioso, iniciado en 2009 , consistía en permitir el envío de casi 11,000 armas de alto calibre a territorio mexicano, de las cuales más de 1,000 se extraviaron.
En 2010, dos de esas armas fueron halladas en el asesinato del agente fronterizo Brian Terry.