López Obrador desconoce la elección y llama a la resistencia civil
El candidato presidencial de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, desconoció este viernes el fallo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emitió este jueves en contra del juicio de inconformidad presentado por Movimiento Progresista luego de la elección del pasado 1 de julio.
"Las elecciones no fueron ni limpias, ni libres, ni auténticas. En consecuencia, no voy a reconocer un poder ilegítimo surgido de la compra del voto y de otras violaciones graves a la Constitución y a las leyes", advirtió el candidato.
En un breve comunicado leído la mañana de este viernes ante medios de comunicación, López Obrador afirmó que "la desobediencia civil es un honroso deber cuando se aplica contra los ladrones de la esperanza y de la felicidad del tiempo", por lo que convocó a sus seguidores a congregarse el próximo 9 de septiembre en el Zócalo de la Ciudad de México, para definir las acciones a seguir.
El dirigente del PRD, Jesús Zambrano, visitó a López Obrador en las oficinas de su casa de campaña la mañana de este viernes por alrededor de media hora y anunció que se reunirá con el consejo político del partido tras la decisión de López Obrador.
Este viernes se encuentra en reunión la comisión política del PRD en la que se fijará una postura con respecto al fallo del Tribunal.
El senador Alejandro Encinas también visitó la casa de campaña y dijo que tomarán acciones deforma pacífica y no serán como la toma del Paseo de la Reforma en 2006.
"Es una regresión significativa en la vida política del país y ha puesto el último tabique para sepultar lo que fue la incipiente transición democrática (...) No fue un debate, casi fue un festejo, es una verdadera vergüenza la forma en que dictaminaron cada uno de los magistrados, parecen ministerio de pueblo priista, en donde el caso del señor Salvador Nava es una vergüenza a la conclusión a la que llega", dijo el senador.
Los magistrados del Tribunal Electoral decidieron por unanimidad declarar como "infundada" la petición de invalidez de la elección presidencial presentada por la coalición Movimiento Progresista —integrada por el Partido de la Revolución Democrática, el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano— que postuló a López Obrador como su candidato.
El político tabasqueño contendió en los comicios presidenciales de 2006 y al no reconocer tampoco en aquella ocasión el resultado de la elección realizó un plantón de 45 días en una de las principales avenidas de la Ciudad de México, se autodenominó "presidente legítimo", formó un gabinete alterno y durante seis años recorrió el país bajo esta condición.
"Aunque nos sigan atacando, acusándonos de malos perdedores, de locos, mesiánicos, necios, enfermos de poder y otras lindezas, preferimos esos insultos a convalidar o formar parte de un régimen injusto, corrupto y de complicidades que está destruyendo a México", dijo.
Reconocer el fallo del Tribunal, explicó, implicaría "traicionar a millones de mexicanos que luchan contra la simulación, la farsa y a favor del cambio verdadero".
Aunque reconoció el respeto a las instituciones, lamentó que las existentes en México estén "secuestradas por la delincuencia del cuello blanco".
El candidato indicó que su postura desagradará a quienes sostienen el "Estado mafioso" y citó como ejemplo a quienes llamó políticos corruptos, traficantes de influencias, dueños y voceros de medios de comunicación.
"Ojalá se entienda que así como ellos defienden por todos los medios al régimen de corrupción, nosotros estamos sinceramente empeñados en abolirlo. Y, como es lógico, en este propósito no daremos ninguna tregua ni concederemos la más mínima ventaja", agregó.
El pasado 1 de julio, los mexicanos votaron por presidente y para renovar el Congreso. El candidato del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto, obtuvo la mayor cantidad de votos, según el conteo del Instituto Federal Electoral. López Obrador quedó en segundo lugar.
Se prevé que este viernes al mediodía, el Tribunal califique la elección y declare al presidente electo, después de lo cual Peña Nieto daría un mensaje a la nación.