Peña Nieto privilegia a antiguos colaboradores en equipo de transición
El equipo de transición que presentó este martes el presidente electo Enrique Peña Nieto se compone principalmente por exintegrantes de su equipo de campaña y exfuncionarios del Estado de México, a los que se suman exdiputados de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM) y exmilitantes de otras fuerzas políticas.
De las 45 personas nombradas , 17 colaboraron con Peña Nieto en la pasada contienda electoral. De ellas, varias habían trabajado previamente con el priista cuando fue gobernador mexiquense en el periodo 2005-2011. Otros nueve integrantes del nuevo equipo de transición no participaron en la campaña, pero fueron colaboradores de Peña Nieto en el gobierno estatal.
Peña Nieto, que asumirá la presidencia el 1 de diciembre, informó que el equipo de transición estará encabezado por dos coordinaciones generales, una de transición gubernamental y una de diálogo político y de seguridad.
Ambas estarán dirigidas por hombres cercanos al presidente electo: Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong, respectivamente. Videgaray fue jefe de campaña de Peña Nieto y su secretario de Finanzas. Osorio Chong, exgobernador de Hidalgo, carecía de cargo formal en la campaña pero apoyó las aspiraciones presidenciales de Peña Nieto desde antes de que fuera candidato.
Tras los comicios del 1 de julio, mientras Peña Nieto esperaba que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) confirmara su triunfo, Videgaray fue nombrado provisionalmente coordinador de políticas públicas y Osorio Chong de diálogo.
Entonces también hubo una tercera designación provisional, que recayó en Jesús Murillo Karam como coordinador jurídico. Murillo Karam, exsecretario general del PRI, exsenador y nuevo presidente de la Cámara de Diputados, entregará a Peña Nieto la banda presidencial en su toma de posesión.
Transición gubernamental
La coordinación de Videgaray tendrá tres vicecoordinadores generales: Ildefonso Guajardo en política económica, Rosario Robles en política social y Emilio Lozoya en asuntos internacionales.
Guajardo y Lozoya formaron parte del equipo de campaña, en tanto Robles, que a finales de los 90 fue jefa de gobierno de la Ciudad de México con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), anunció su respaldo a Peña Nieto a finales de abril. Robles renunció al PRD en 2004 , luego de la polémica generada por las decisiones que tomó para favorecer al empresario Carlos Ahumada, con quien tenía una relación sentimental.
La coordinación general de transición gubernamental también se subdividirá en coordinaciones temáticas, que se reparten entre exintegrantes de la campaña, exfuncionarios y exlegisladores.
Aurelio Nuño, Ernesto de Lucas Hopkins, María Esther Scherman y Alejandra Lagunes, que desempeñaron cargos en la contienda del 1 de julio, serán coordinadores de educación, deporte, seguro de vida para jefas de familia y gobierno digital, respectivamente.
Ignacio Peralta, alcalde con licencia de Colima, coordinará proyectos especiales, y Andrés Antonius, excoordinador de asesores en la Secretaría de Energía, dirigirá planeación estratégica.
Gerardo Ruiz Esparza, exsecretario de Comunicaciones del Estado de México, tendrá la coordinación de infraestructura. Alfonso Navarrete Prida, exdiputado federal y exprocurador mexiquense, la de trabajo. Osvaldo Santín Quiroz, Alejandro Murat y David Korenfeld, también exfuncionarios mexiquenses, las de seguridad social, vivienda y agua. Cuauhtémoc Ochoa, exsecretario de Obra Pública en Hidalgo, tendrá la de energía, y Enrique de la Madrid, extitular del organismo federal Financiera Rural e hijo del fallecido expresidente Miguel de la Madrid, tendrá la de campo.
El exfuncionario mexiquense Fernando Galindo Favela será el enlace con la actual Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Por ley, los equipos de los presidentes entrante y saliente deben trabajar juntos en el proyecto de presupuesto para 2013.
Dentro de la coordinación general de transición gubernamental también habrá seis exdiputados: los priistas Sebastián Lerdo de Tejada —representante electoral del PRI—, Rodrigo Reina, Carlos Joaquín González y Enrique Jacob tendrán las de Plan Nacional de Desarrollo (PND), salud, turismo y emprendedores, respectivamente. En tanto, para los exlegisladores Juan José Guerra y Rafael Pacchiano, del PVEM, serán las de medio ambiente y turismo. En la contienda presidencial el PRI compitió en alianza con el Partido Verde.
Como oficial mayor del equipo de transición estará Marcela Velasco, que fue coordinadora de atención ciudadana durante la campaña; el secretario técnico del área de Videgaray será Alejandro Nieto, que ocupó el mismo puesto en la contienda electoral, y como asesor jurídico Peña Nieto designó al abogado Humberto Castillejos.
Diálogo político y de seguridad
El área que encabezará Osorio Chong tendrá dos vicecoordinadores generales: uno de seguridad y justicia, que será Jorge Carlos Ramírez Marín, y uno de política, que será Luis Enrique Miranda.
Ramírez Marín, expresidente de la Cámara de Diputados, fue vicecoordinador de la campaña de Peña Nieto y su vocero para la organización de los debates presidenciales con los otros candidatos. Miranda fue secretario de Gobierno mexiquense cuando Peña Nieto fue gobernador, por lo que ocupó el segundo puesto en importancia en el gobierno estatal.
Al igual que la coordinación general de transición gubernamental, la de diálogo político y de seguridad se subdividirá en coordinaciones temáticas.
La coordinación de seguridad la tendrá Roberto Campa Cifrián, exfuncionario federal en el gobierno de Felipe Calderón y excandidato presidencial por el Partido Nueva Alianza (Panal) en los comicios de 2006. La de justicia será dirigida por Alfredo Castillo Cervantes, quien recientemente renunció a la procuraduría del Estado de México.
Al frente de la coordinación de derechos humanos estará Claudia Ruiz Massieu Salinas, exdiputada, sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari e hija de José Francisco Ruiz Massieu, un político priista asesinado en la década de 1990.
Otra exdiputada, Alma Carolina Viggiano Austria, será coordinadora de vinculación con organizaciones civiles, en tanto Felipe Solís Acero, Paloma Guillén Vicente, Luis Felipe Puente y Arnulfo Valdivia, exintegrantes del equipo de campaña, se encargarán de jurídico, agenda legislativa, protección civil y migrantes, respectivamente. Guillén Vicente es hermana de Rafael Sebastián Guillén Vicente, a quien el gobierno de México identifica como el subcomandante Marcos, líder guerrillero zapatista.
La coordinación a cargo de Osorio Chong la completan Eugenio Ímaz, exfuncionario de Hidalgo, como coordinador operativo, y María de los Ángeles Fromow, exfiscal de delitos electorales, como secretaria técnica.
El ‘staff’ de Peña Nieto
El presidente electo conservó dentro de su staff —su equipo más cercano— a personas con las que trabajó como gobernador y durante la campaña por la Presidencia de la República.
David López, su coordinador de comunicación social en el Estado de México y la contienda electoral, se mantendrá como jefe de prensa, mientras Erwin Lino Zárate seguirá siendo su secretario particular.
Francisco Guzmán Ortiz, excoordinador de Información y Estrategia mexiquense, será coordinador de asesores, en tanto el exdiputado Andrés Massieu —hasta ahora representante suplente del PRI ante las autoridades electorales— será coordinador de identidad institucional, y Eduardo Sánchez, vocero de la dirigencia priista, fungirá como portavoz del mandatario electo.
Sánchez asumió la vocería del PRI a principios de año, antes del inicio de la contienda electoral, en la que los priistas lograron recuperar la presidencia que tuvieron durante siete décadas —entre 1929 y el 2000— hasta que fueron derrotados por el Partido Acción Nacional (PAN).
Con Peña Nieto como candidato, obtuvieron más de 19 millones de votos, equivalentes al 38% de los 50 millones de sufragios emitidos.
Hasta que asuma el poder, la seguridad de Peña Nieto estará bajo el general Roberto Miranda. La presentación del equipo de transición se llevó a cabo entre fuertes medidas de seguridad, como la vigilancia de decenas de elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) y la instalación de arcos detectores de metal por los que debían pasar los asistentes.
