López Obrador, el candidato que impulsó la presencia de la izquierda
Al despedirse de los partidos que en dos ocasiones lo postularon a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador agradeció la "confianza y respaldo" que le brindaron, dijo que les dio "lo mejor" de sí y aseguró: "Estamos a mano y en paz".
En las elecciones en las que lo tuvieron como candidato, las fuerzas de izquierda vieron crecer su votación y, con ello, su presencia en el Congreso de la Unión y el financiamiento público que reciben, en un hecho que algunos analistas atribuyen al "arrastre" que López Obrador tiene entre la ciudadanía.
En ambas contiendas López Obrador quedó en el segundo lugar. En 2006, incluso, estuvo a menos de un punto porcentual de ganar la presidencia a Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN).
Antes de los comicios de ese año, las fuerzas que postularon a López Obrador bajo la coalición Por el Bien de Todos —los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia, ahora llamado Movimiento Ciudadano— ocupaban apenas 17 de los 128 escaños del Senado y 108 de las 500 curules de la Cámara de Diputados. En ambos casos, más del 90% de los espacios correspondía al PRD.
La situación cambió después de las votaciones: en el Senado, el PRD alcanzó 36 escaños, el PT seis y Movimiento Ciudadano 11 —53 en total—, mientras en la Cámara de Diputados, los perredistas llegaron a 125 curules, por 11 del PT y 18 de Movimiento ciudadano —para sumar 154.
Este año, los tres partidos volvieron a postular a López Obrador, ahora bajo la coalición Movimiento Progresista.
Nuevamente, el impulso del candidato ayudó a la izquierda en el Congreso, aunque en menor medida que en 2006: en el Senado, el PRD obtuvo 22 escaños, el PT cinco y Movimiento Ciudadano uno —28 en total—, en tanto en la Cámara de Diputados el PRD consiguió 104 curules, el PT 15 y Movimiento Ciudadano 16 —135 en conjunto.
"Muchos de los cargos de elección popular de diputados y senadores se deben al impulso electoral de Andrés Manuel. Es un gran candidato y muchos de los legisladores actuales tienen su posición en buena medida gracias a su arrastre electoral", dijo a CNNMéxico el exdiputado petista Jaime Cárdenas, político cercano a López Obrador.
El domingo pasado, el exabanderado generó numerosas reacciones en la izquierda tras anunciar su separación del Movimiento Progresista para analizar constituir su propio partido, sobre la base de la organización Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
El dinero y la separación
La presencia de López Obrador como candidato también ha impactado en el financiamiento público que reciben los partidos de la izquierda, que el Instituto Federal Electoral (IFE) calcula anualmente con base en el número de personas inscritas en el padrón electoral y la cantidad de votos obtenidos por cada fuerza política en la elección de diputados inmediata anterior.
En 2006, el PRD recibió 744 millones de pesos, por 278 millones del PT y 274 millones de Movimiento Ciudadano. Para 2012 , los recursos para el PT aumentaron a 354 millones y los de Movimiento Ciudadano a 309 millones, aunque los del PRD bajaron a 676 millones.
La dirigencia perredista dice ser consciente de que el anuncio de la separación de López Obrador del bloque de izquierda puede afectar al partido en su estructura y votación —y con ello en su presencia legislativa y financiamiento—, por lo que su líder, Jesús Zambrano, llamó el lunes a realizar ajustes en su organización para evitar una "desbandada" de militantes.
Los académicos Alberto Olvera y Jorge Javier Romero coincidieron con Jaime Cárdenas en que sin el impulso de López Obrador en 2006 y 2012, los partidos de izquierda no habrían logrado ganar tantos asientos en el Congreso, en buena medida porque tenían candidatos poco conocidos.
"López Obrador ha sido muy importante para que los partidos de izquierda alcancen la representación parlamentaria que han obtenido en 2006 y 2012 gracias a su arrastre de votos", dijo Olvera, sociólogo de la Universidad Veracruzana (UV).
"Estamos en un régimen presidencial, y en este tipo de regímenes la votación por los candidatos presidenciales tiene un efecto importante en la votación parlamentaria. Además, en el caso de López Obrador, es un candidato carismático, es el medio y el mensaje", agregó.
Romero, politólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), aclaró que los resultados que ha obtenido la izquierda no se deben exclusivamente al impulso de López Obrador, sino a otros factores como la organización partidaria o el empuje de otras figuras, como el actual jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard.
"No es sencillo decir que la votación nacional de la izquierda se la debe sólo a López Obrador... No es una cuestión lineal. López Obrador es un activo, pero también tiene limitaciones importantes como no haber podido convencer a electores indecisos", dijo Romero.
Ebrard, que en 2011 compitió con López Obrador por la candidatura presidencial de la izquierda, anunció el martes que cuando deje el cargo iniciará su "ruta" hacia las elecciones de 2018. Afirmó que uno de sus principales objetivos es elaborar una propuesta que convenza a más electores.
Las posibles consecuencias
López Obrador hizo pública su separación del Movimiento Progresista una semana después de que el Tribunal Electoral confirmara el triunfo de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en los comicios presidenciales. López Obrador había impugnado los resultados porque acusa a Peña Nieto de comprar votos e incurrir en gastos excesivos de campaña y advierte que no lo reconoce como presidente electo.
Durante su mensaje en el Zócalo de la Ciudad de México, aseguró que su salida del bloque de izquierda ocurre "en los mejores términos" y que "ayudará a renovar y a fortalecer al movimiento progresista".
Zambrano, Ebrard y otros líderes del PRD —en el que López Obrador militó 23 años— han afirmado que respetan su decisión de buscar conformar otro partido político, pero sostienen que la izquierda necesita permanecer unida para ser competitiva electoralmente.
Cárdenas y Olvera, en tanto, reconocen que la separación de López Obrador puede afectar a la izquierda en su conjunto, aunque señalaron que aún es pronto para anticipar resultados.
"Es posible (que haya afectaciones), pero ahorita todo es especulación. Primero tenemos que ver si se forma el nuevo partido y tendremos que ver cuál es la reacción del PT y de Movimiento Ciudadano. No hablo del PRD porque ellos ya dijeron que quieren seguir por su cuenta", dijo Cárdenas.
"No podemos anticipar los efectos de esta decisión de López Obrador. Los partidos institucionalizados seguramente se quedarán con la mayoría de los diputados y senadores, tendrán cierta libertad de agenda, pero López Obrador conservará un poder de veto sobre algunos temas", señaló Olvera.
Para Romero, en contraste, la salida de López Obrador del Movimiento Progresista cimbra a toda la izquierda.
"Es un cataclismo. En los próximos meses va a haber una reorganización en la izquierda. Lo que pase con López Obrador va a atravesar al PRD, al PT y a Movimiento Ciudadano", dijo.
López Obrador, que en noviembre cumple 59 años, anunció que a finales de noviembre Morena realizará una asamblea para definir si continúa su trabajo como asociación o como partido. En caso de optar por constituirse como partido, deberá iniciar los trámites en enero ante el IFE y acreditar que cumple requisitos como tener un mínimo de afiliados y declaración de principios.