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La lucha por la transparencia en México es exhibida en un cortometraje

El Instituto Mexicano para la Competitividad y la periodista Janet Jarman exponen los avances y pendientes de la rendición de cuentas
vie 28 septiembre 2012 10:45 AM

A 10 años de la creación de la Ley de Transparencia en México, existe el reto de que los ciudadanos se apropien del derecho a la información, lo que implica difundir información sobre la posibilidad de pedir cuentas a los servidores públicos y estimular la transparencia en los estados.  

Este planteamiento es hecho por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y la periodista estadounidense Janet Jarman en el cortometraje La lucha por la Transparencia en México.

Jarman ha publicado en medios como TIME, Newsweek, The New York y National Geographic.

Su nuevo trabajo narra la historia de Santos Carrillo, un hombre que sufrió un estallamiento de vísceras en un accidente en Tuxpan y no pudo ingresar al nuevo hospital construido por el gobierno de Nayarit, ante la falta de un quirófano funcional. 

Los paramédicos recorrieron la ciudad de Tepic durante seis horas y terminaron en el sobrepoblado Hospital General, la única institución pública en el área con salas para operaciones de emergencia.

Según la hipótesis de Jarman —quien ha cubierto temas de inmigración, narcotráfico, seguridad y comercio, entre otros— estos casos son producto de la opacidad en el gasto de los recursos y no de un presupuesto insuficiente. 

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"La falta de transparencia se refleja en el mal abastecimiento de las medicinas en un hospital, la falta de capacitación de los maestros que educan a los niños mexicanos, policías que están arriesgando su vida de manera cotidiana pero reciben un salario mensual menor a los 4,000 pesos", dice en el video Juan Pardinas, director del IMCO.

"No hay una noción de que podemos exigir cuentas y de que los servidores públicos, en esencia, trabajan para nosotros", señala Pardinas. 

Para él, la transparencia también está presente en la vida diaria de las personas, en exigir que las escuelas exhiban sus gastos, en conocer cómo se ocupa el presupuesto en la calle donde vivimos. "El país no va a cambiar si no exigimos", dice.

El concepto de transparencia como un derecho en México inició en 2002, con la creación de la Ley de Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública y Gubernamental, y el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI). Antes, los mexicanos no tenían mecanismos para solicitar cuentas a las instituciones y a los funcionarios.

El cumpleaños del IFAI

Para celebrar sus 10 años de existencia, el Instituto llevó a cabo del 19 al 21 de septiembre la Semana Nacional de la Transparencia, una serie de conferencias que reunió a funcionarios e investigadores para discutir los avances y pendientes de la transparencia en México.

Durante su participación, el exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, dijo que el país vive “más o menos una permanente confusión” en el tema.

"Nadie sabe a ciencia cierta cuánto costaron las campañas políticas, cuántos recursos públicos manejan los sindicatos o los partidos, cuánto gastan estados y municipios en sus programas contra la pobreza, que no disminuye; o en la compra de medicamentos que nunca hay en las clínicas cuando lo requieres", dijo.

Pese a los avances logrados en una década, aún falta educar a la población en la materia, consideró De la Fuente. 

"Justamente ahí, en el contexto educativo, es donde la transparencia puede adquirir su verdadera pertinencia como referente ético y como expresión de un nuevo civismo, el civismo de las libertades y de las responsabilidades", dijo.

El problema de la transparencia en los estados

En el cortometraje, Jarman plantea que la transparencia a nivel estatal es otro de los pendientes tras la creación de la Ley de Transparencia.  

La deuda de los estados y municipios de México aumentó un 24% durante 2011, según el reporte de  fiscalización de dependencias públicas  de la Secretaría de Hacienda.

Pero no en todos los casos hay un gasto o un endeudamiento transparente.

En Coahuila, por ejemplo, el exgobernador Humberto Moreira (2005-2011) dejó  una deuda de 36,510 millones de pesos , aunque recibió la entidad con 323 millones de pesos de deuda. Una parte de esos préstamos fue obtenida a través de documentación falsa entregada a instituciones bancarias, por lo que varios funcionarios de Hacienda locales fueron detenidos.

El escándalo también obligó a Moreira a renunciar a la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2011. 

Si bien el IFAI  ordenó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público publicar la información del caso,  destacó el comisionado Ángel Trinidad Saldívar, la dependencia decidió etiquetarla como clasificada por 12 años, con el argumento de que la difusión de los datos podría dañar la estabilidad financiera del país.

"Es un hecho que tenemos retrasos en la legislación e instituciones y en las prácticas en los estados", dijo el doctor e investigador en Ciencias Sociales, Tonatiuh Guillén López, durante su participación en la Semana Nacional de la Transparencia.

"Es un hecho más notable que hay rezagos todavía mayores en los municipios”.

Un reporte del IMCO publicado  en mayo de este año, que evaluó a 18 municipios del país, destacó el atraso que hay en la materia a nivel local. Por ejemplo, solo en tres se publican los requisitos mínimos para ocupar un puesto en el gobierno, mientras que únicamente dos difunden los contratos de los bienes y servicios contratados a particulares. 

Para Guillén López, este rezago es un indicador de que el poder y los medios de comunicación en México aún están centralizados.

Recientemente, el Senado aprobó una iniciativa de reforma a la Ley General de Contabilidad Gubernamental  que ordena a las dependencias públicas difundir sus gastos en internet.

¿Por qué la transparencia?

Juan Ramón de la Fuente considera necesario que las personas ejerzan su derecho a la información, porque "la transparencia les da a los ciudadanos en un sistema democrático mayor confianza, confianza en las instituciones y confianza en los gobernantes, en aquellos que lejos de temerle a la transparencia la hacen suya".

El cortometraje de Jarman expone también las dificultades para sancionar a los funcionarios corruptos. 

"La siguiente etapa es que toda la información y la transparencia que se ha ganado en los últimos años se convierta en un insumo para mejorar la calidad de las políticas públicas y que haya sanciones muy claras, y que se cumplan hacia los funcionarios que hagan un mal uso del dinero público", dice Juan Pardinas en el video.

Para De la Fuente, la transparencia va de la mano con la democracia y viceversa: "Es un ingrediente fundamental en el buen funcionamiento de cualquier sistema, desde el núcleo familiar el sistema comunitario, el sistema social de una nación y aun en la perspectiva global".

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