"Mi hijo viene a ser uno de los muertos de esta guerra": Humberto Moreira
Antes de la ceremonia luctuosa de José Eduardo Moreira Rodríguez, en Ciudad Acuña, al norte de México, el exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira, dijo que su hijo es una víctima más de la lucha del gobierno federal contra las organizaciones del tráfico de droga.
“Mi hijo viene a ser uno de los muertos de esta guerra, de los miles de muertos. Es muy triste, lo vivo ahora yo en carne propia”, expresó el también exdirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) afuera de la Iglesia de Guadalupe, donde familiares, amigos y políticos acompañaron a la familia Moreira en la ceremonia religiosa.
“He aguantado muchas cosas, he aguantado calumnias, he aguantado engaños, he aguantado que la gente hable sin saber (…) he aguantado muchas cosas. Pero esto no se puede aguantar, me mataron a mi hijo, le dieron dos balazos en la cabeza, unos desgraciados. Espero justicia”, dijo Humberto Moreira.
El cuerpo de José Eduardo Moreira Rodríguez , de 25 años, fue encontrado alrededor de las 21:20 horas (local) en Ciudad Acuña, población fronteriza con Estados Unidos ubicada a 500 kilómetros de Saltillo, la capital de Coahuila.
La Procuraduría General de la República (PGR) anunció que colaborará con la fiscalía estatal en la investigación del crimen, además de que elementos del Ejército y la Marina, así como agentes de la PGR y la Secretaría de Seguridad Pública se trasladaron a Coahuila para coordinar las investigaciones.
Humberto Moreira explicó que se comunicó con el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Poiré, con quien acordó una reunión en los próximos días. Subrayó que pedirá “que se concrete la justicia, que den con los responsables y los castiguen severamente”.
A la ceremonia de cuerpo presente acudieron los gobernadores de Chihuahua, César Duarte, y de Zacatecas, Miguel Alonso, además del dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, partido en el que milita su hermano y actual gobernador del estado, Rubén Moreira, quien no estuvo presente en la misa.
Tanto el presidente Felipe Calderón, el presidente electo Enrique Peña Nieto, como otros políticos expresaron sus condolencias por el crimen. El presidente Calderón dijo que instruyó la acción de la PGR “de manera decidida” en la investigación; y Peña Nieto pidió que el homicidio no quede impune.
La muerte de José Eduardo Moreira ocurre en un estado que se ha visto afectado en los años recientes por la disputa de los cárteles de la droga, y el combate a esas organizaciones que ha encabezado el gobierno federal con la Estrategia Nacional de Seguridad.
También sucede a unos días de que 131 reos se fugaron del Penal de Piedras Negras, y las autoridades estatales han emprendido la recaptura de los prisioneros entre algunos enfrentamientos con presuntos delincuentes.