El PRD apela decisión del IFE de destruir las boletas electorales de 2006
El representante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ante el Consejo General del IFE, Camerino Márquez Madrid, presentó este lunes ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) una apelación por el acuerdo para la destrucción de boletas de la elección presidencial de 2006.
El recurso pide que no se destruya ese material hasta que el Instituto Federal Electoral (IFE) realice un estudio de la documentación, como se hizo en las elecciones de 2003 y 2009, y al que se hará con las de 2012.
También solicita que se dé acceso a las boletas a quien lo solicite antes de que sean destruidas.
La impugnación del partido de izquierda indica que se viola el principio de máxima publicidad, al destruir los paquetes y negar el acceso a los mismos.
También establece que el acuerdo del Consejo General no toma en cuenta una solicitud de acceso a la información realizada por el representante del PRD ante el IFE.
Los integrantes del Consejo General del IFE aprobaron el 3 de octubre un acuerdo para deshacerse antes de diciembre del material electoral de la elección que llevó a la presidencia a Felipe Calderón.
En una sesión extraordinaria, los consejeros determinaron en aquel entonces que no existía ningún argumento legal que los obligara a conservar las boletas, y que hacerlo representaba una gasto de 550 millones de pesos para el presupuesto público.
Sin embargo, las fuerzas de izquierda en México consideran que ese material constituye una prueba de un fraude electoral.
En su momento, Camerino Márquez pidió que las boletas fueran enviadas al Archivo General de la Nación, pero el Consejo General rechazó su planteamiento.
En 2006, las autoridades determinaron que el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, ganó las elecciones con un margen de 0.56%.
Sin embargo su rival en las urnas, el político Andrés Manuel López Obrador, impulsado por la Coalición por el Bien de Todos, rechazó esos resultados, y poco después se proclamó “presidente legítimo”.
En 2012, López Obrador contendió de nueva cuenta por la presidencia de México. Los resultados favorecieron al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto.
El aspirante de la izquierda volvió a desconocer los resultados, porque consideró que hubo irregularidades graves, como compra de votos y excesos en los gastos de campaña.