La desaparición de migrantes, un problema sin 'números verdaderos'
En ocho ocasiones han llegado a México en busca de sus familiares, primero fueron las madres de migrantes desaparecidos originarios de Honduras, luego se le unieron las de El Salvador, Guatemala y este año las de Nicaragua. Este lunes inician una nueva búsqueda.
Unas 60 mujeres provenientes de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala conforman la caravana Liberando la Esperanza , que partirá de Tenosique, Tabasco. Las madres y esposas de migrantes desaparecidos recorrerán casi 5,000 kilómetros durante 19 días en busca de sus familiares.
Consulta la ruta de la Caravana de madres de migrantes .
No existe una cifra exacta de cuántos migrantes centroamericanos han desaparecido en su tránsito por México, porque depende de la denuncia que hagan las familias y de que la autoridad considere que legalmente se puede considerar una desaparición, lo que no siempre sucede, señala el informe Situación de las personas migrantes no localizadas y restos no identificados en México, presentado en mayo de 2012 a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por organizaciones civiles de Centroamérica.
Cada institución pública, organización y país tiene sus propias cifras, algunas reportan hasta 70,000 desaparecidos. Las causas también son diversas: homicidios, secuestros, desapariciones forzadas y trata de personas.
En el mejor de los casos la separación es voluntaria, o por causas que no tienen que ver con hechos de violencia, entonces hay más posibilidades de localizar a los familiares, señala Martha Sánchez Soler, representante de la organización Migrante Mesoamericano, instancia que ha logrado la localización y el reencuentro de 64 personas.
Sin embargo, la localización de varias fosas clandestinas en el norte de México en 2010, reduce la esperanza de un reencuentro. Al menos 1,230 cuerpos han sido hallados en 310 fosas clandestinas, de 2007 a diciembre 2011, señalan informes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Sin números que revelen el problema
Las cifras de migrantes desaparecidos en territorio mexicano varían según la organización civil que las reporta. Tampoco existe un mecanismo homologado, metodología o protocolo básico para la localización de personas migrantes desaparecidas, según el diagnóstico Situación de las personas migrantes no localizadas y restos no identificados en México.
Detalla que cada institución oficial tiene criterios distintos para recabar la información, no siempre sube los casos a una base de datos, los diferentes sistemas no comparten información entre sí, los casos puede o no ingresar como una averiguación previa o como un acta circunstanciada, ninguna de las bases de datos hasta ahora existentes están encaminadas a la búsqueda o investigación de los casos, son simplemente un mecanismo de difusión, concluye en análisis.
Otro problema es que cuando los familiares se presentan a denunciar, las autoridades niegan que se trate de desapariciones o secuestros y los catalogan como “ausencias”.
“Son las familias quienes están realizando las investigaciones, quienes se desplazan por ciudades y lugares peligrosos para buscar a los suyos”, señala el informe.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y las organizaciones de la sociedad civil, propusieron a la CIDH, conformar una comisión multidisciplinaria de expertos forenses independientes internacionales para colaborar con sus pares mexicanos en la identificación de restos provenientes de hallazgos.
También crear un mecanismo nacional y otro regional, ambos con participación de la sociedad civil, que faciliten el intercambio de información sobre restos no identificados y personas desaparecidas a nivel nacional y migrantes no localizados centroamericanos extraviados aparentemente en México.
Refieren que los Bancos Forenses de Migrantes No Localizados recientemente formados en El Salvador, Honduras y el estado de Chiapas, ya son parte de este proceso regional y aportarían valiosa información a un mecanismo similar en México.
También se debe trabajar en protocolos homologados y buenas prácticas forenses, para facilitar el intercambio de información, y aumentar significativamente la posibilidad de brindar una respuesta a varios miles de familiares de personas desparecidas en el país.