La Procuraduría desvincula el asesinato de fotoperiodista a su labor
El asesinato del fotoperiodista Ramón Abel López Aguilar, cuyo cuerpo fue encontrado la madrugada de este lunes en Tijuana, Baja California, no fue por su labor profesional en medios de comunicación, informó la Procuraduría del estado.
"Descartamos que sea por el trabajo periodístico", señaló Miguel Ángel Guerrero Castro, coordinador de la subprocuraduría contra la Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de Justicia del estado de Baja California (PGJE).
Su cuerpo fue encontrado en un lote baldío en la zona este de la ciudad con signos de haber recibido un balazo en la cabeza alrededor de las 05:50 de la mañana de este lunes.
Según la procuraduría, López Aguilar había estado en su casa desde la noche del domingo en una fiesta familiar.
Su yerno, Raúl Vázquez Hernández, quien estuvo en la fiesta, declaró a la Procuraduría que estuvieron tomando bebidas alcohólicas hasta las 03:00 horas. Después, López Aguilar fue secuestrado.
Sin embargo, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal informó que Vázquez Hernández declaró que a las 03:15 horas en una vagoneta llevó a su suegro a un hospital privado, ya que sangraba de la cabeza por una herida que sufrió en su domicilio.
Como en el hospital se rehusaron a atenderlo, dijo que decidió llevarlo a otro, pero en el camino fueron interceptados por los tripulantes de una camioneta.
El joven declaró, según la Secretaría de Seguridad, que tomó un taxi para trasladarse a su domicilio y esperó hasta las 06:15 horas para reportar la desaparición de su suegro
Al caer en contradicciones, a Vázquez Hernández se le practicó una prueba de radiosonato, para determinar si había disparado un arma de fuego en las últimas horas, la cual dio positivo.
Guerrero Castro explicó que las evidencias indican que no se trató de un asesinato cometido con un arma a corta distancia, pues la bala en su cuerpo tiene una trayectoria que perfila a que fue disparada a distancia.
En julio pasado, tras la aparición de varios casos de periodistas y fotógrafos asesinados en México, la Comisión Nacional de Derechos Humanos dio a conocer que siete de cada 10 crímenes contra comunicadores permanecían impunes en el país.