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Autoridades presentan a dos policías ligados a la muerte de Moreira

La Secretaría de Seguridad Pública informó sobre la captura de dos policías municipales involucrados en la muerte de José Eduardo Moreira
lun 22 octubre 2012 09:32 PM

Autoridades mexicanas informaron este lunes la captura de tres personas involucradas en el secuestro y muerte de José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo del exdirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y exgobernador del estado de Coahuila, Humberto Moreira.

Dos de los detenidos son Víctor Landeros Sifuentes y Jorge Tenorio Takajasi, policías municipales de Ciudad Acuña, indicó Luis Cárdenas Palomino, funcionario de la Secretaría de Seguridad Publica (SSP) federal.

Landeros Sifuentes, quien se desempeñaba como supervisor de la Policía Municipal de Acuña, se encontraba escondido con Tenorio Takajasi en la ciudad de Saltillo, detalló Palomino en una conferencia de prensa.

Ambos habrían participado en el secuestro de Moreira Rodríguez, antes de entregarlo al grupo delictivo de Los Zetas, para que lo asesinaran, agregó el jefe de la División Regional de la SSP federal.

En su testimonio, Landeros Sifuentes, “responsable de brindarle protección a integrantes de Los Zetas”, mencionó que, el día de los hechos, tanto él como su jefe, Rodolfo Castillo Montes, subdirector Operativo de la policía municipal en Ciudad Acuña, hablaron con Moreira Rodríguez para "quedarse de ver en una tienda de conveniencia”.

Cuando llegó al punto acordado, relató la SSP federal, los policías municipales entregaron al hijo de Humberto Moreira a Carlos Arnulfo Flores Flores, alias El Flaco,y a Rubén Sifuentes Cadena, El Shaggy.

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Ellos “se lo llevaron con rumbo desconocido, encontrando su cuerpo sin vida horas más tarde”.

Cárdenas Palomino también dio información sobre la captura de Roberto Clemente Bárcenas Zepeda, de 30 años de edad, quien se habría encargado de ofrecer a los policías una casa de seguridad en Saltillo, para que se ocultaran, reportó Notimex.

Los inculpados fueron detenidos por elementos de la Policía Federal como resultado de las labores de investigación de campo y las consultas al sistema Plataforma México, expresó el funcionario de seguridad.

El asesinato, de José Eduardo Moreira, sobrino del actual gobernador de Coahuila, ocurrido el 3 de octubre, causó conmoción en el estado y fue condenado por el presidente Felipe Calderón y líderes políticos.

La Fiscalía estatal de Coahuila indicó el 8 de octubre que tres elementos de la Policía Municipal de Acuña habían sido arraigados por su presunta colaboración con la delincuencia organizada, para asesinar a Moreira Rodríguez.

“Se ha identificado a Rodolfo Castillo Montes, subdirector operativo de la Policía Municipal de Acuña , Coahuila, como la persona que con engaños citó a José Eduardo Moreira Rodríguez en el lugar en donde los delincuentes primeramente lo privaron de su libertad para posteriormente terminar con su vida”, detalló entonces la Procuraduría.

El 14 de octubre el  subprocurador general de Justicia estatal, Gerardo Villarreal, indicó que 60 policías municipales de Acuña habían declarado respecto al homicidio .

Previamente, la Procuraduría General de la República (PGR) refirió que Rubén Sifuentes Cadena, uno de los presuntos autores materiales del homicidio, cuenta con una orden de reprehensión por delitos contra la salud y otros ilícitos.

La subprocuradora de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo, Victoria Pacheco Jiménez, dijo que el presunto homicida, conocido como El Shaggy,  había sido consignado por la delegación de la PGR en Coahuila, el 3 de agosto.

La PGR precisó que tanto El Shaggy como Carlos Eduardo Flores Flores, El Pelón, son dos de los  principales sospechosos del crimen.

El tercer sospechoso únicamente ha sido identificado con el apodo de El Flaco, según la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila.

Esa entidad fronteriza con Estados Unidos, registra desde hace algunos años un aumento en los hechos de violencia, por la actividad del crimen organizado.

Según autoridades locales y federales, el cártel del Golfo y el grupo delictivo de Los Zetas se disputan las rutas de esa zona, para ingresar drogas a territorio estadounidense.

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