El PRI adelanta que se opondrá a cambios sindicales en la reforma laboral

Los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), primera fuerza en la Cámara baja, anunciaron este jueves que votarán en contra de las disposiciones en materia de sindicatos que el Senado modificó en la reforma laboral. 

El PRI se opuso a esos temas a finales de septiembre, cuando la Cámara de Diputados aprobó la reforma. En el Senado, sin embargo, la alianza que conformaron el gobernante Partido Acción Nacional (PAN) y los partidos de izquierda logró superar a los priistas y  reintegrar esos puntos al documento . 

Manlio Fabio Beltrones, líder de los diputados del PRI, señaló a medios que su bancada insistirá en su rechazo a esos temas, porque considera que vulneran la autonomía de los sindicatos, varios de cuyos dirigentes militan en el priismo. 

El Senado aprobó  ocho modificaciones , de las cuales los legisladores priistas respaldaron cuatro sobre transparencia sindical. Las cuatro a las que se opusieron establecen que los líderes gremiales deberán elegirse por voto libre, directo y secreto; que serán sancionados en caso de que no rindan cuentas a sus agremiados, y que tendrán que consultarles antes de firmar un contrato colectivo. 

“Nadie se vuelve más demócrata poniendo una sola forma de elección de sus dirigentes”, dijo Beltrones este jueves, al criticar las medidas impulsadas por el PAN y la izquierda.

“Insistiremos en que el artículo 371 quede en los términos como salió de Cámara de Diputados”, agregó. 

Junto con los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), sus aliados tradicionales, el PRI alcanza la mayoría simple de la Cámara baja, 251 de 500 diputados, lo que le permite aprobar reformas legales. 

Una vez que la minuta llegue del Senado, será turnada a la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados, que preside otro priista, Carlos Aceves del Olmo, también líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). 

Aceves dijo a CNNMéxico que aún no tiene prevista una fecha para convocar a sesión a los otros 29 integrantes de la comisión, porque antes necesita revisar el documento y entregarles copias.

Momentos antes, expresó ante medios su descontento con los cambios que se hicieron a la minuta en el Senado.

“Es una iniciativa preferente y ellos (el PAN y la izquierda) se pasaron de lo preferente y ya le agregaron cosas que no venían, cuando yo la revisé aquí en mi comisión no venían”, dijo. 

Las bancadas del PAN y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en tanto, llamaron a los priistas a respaldar las modificaciones del Senado en materia de transparencia y democracia sindical. 

“El pueblo de México está esperando, y si no hay reforma laboral y los días que se tarde en salir una reforma laboral para México, que se sepa que es porque el PRI dijo que la va a mandar a descansar”, dijo en rueda de prensa el líder de los diputados panistas, Luis Alberto Villarreal. 

Un día antes, el legislador afirmó que a pesar de que la Cámara baja tendrá que hacer una nueva revisión de la reforma, ésta no ha perdido su carácter de preferente y debe ser votada a más tardar a fin de mes. Por el contrario, diputados de otras bancadas señalaron que la Constitución  únicamente fija plazos para las primeras revisiones .

Jesús Zambrano, dirigente del PRD, reconoció ante medios que es probable que el PRI rechace los cambios del Senado, lo que implicaría que la reforma sea devuelta a la Cámara alta. 

En ese caso, los senadores tendrían que definir si aceptan las observaciones de los diputados o insisten en que se hagan sus modificaciones. De ser así, las dos posibilidades son que toda la reforma se deseche y pueda volver a discutirse hasta el siguiente periodo de sesiones, o que ambas cámaras acuerden publicar los artículos que ya fueron avalados por las dos. 

Algunos de los demás puntos de la reforma incluyen la creación de contratos por horas, por temporada, de capacitación inicial y por periodo de prueba, así como normas para la subcontratación o outsourcing.

Los diputados priistas aseguran que a pesar de su rechazo a los puntos sobre sindicatos, la reforma quedará aprobada antes del 1 de diciembre, cuando su correligionario  Enrique Peña Nieto  asumirá la presidencia de México para el periodo 2012-2018.