Veracruz, escenario de crímenes diarios contra migrantes, dicen activistas
El cuerpo de Carlos Martín Serrato, migrante de 50 años de edad, originario de Honduras, fue arrojado cerca de las vías del tren que cruzan el poblado Medias Aguas, Veracruz, unas horas antes de que la caravana de madres de migrantes desaparecidos en México llegara a esa región.
De acuerdo con el reporte de la Procuraduría de Justicia de Veracruz, José Antonio, de 17 años, hijo del migrante asesinado, denunció que viajaban a bordo del tren cuando fueron secuestrados junto con otros centroamericanos, entre ellos su hermano y su mamá.
José Antonio explicó que su padre corrió para distraer a los secuestradores y darles a ellos la oportunidad de escapar. Lo lograron, pero a cambio de la vida de su su padre, a quien le cortaron la garganta y le dispararon en el rostro.
Cuando las madres de los centroamericanos desaparecidos llegaron al poblado de Tierra Blanca, colindante con Medias Aguas, además del asesinato de Carlos Martín se encontraron con que efectivos de la Secretaría de Marina llevaban a cabo un operativo de vigilancia en ese poblado, luego de un enfrentamiento que sostuvieron la noche anterior con un grupo de hombres armados.
Los autobuses donde iban las madres de los migrantes pasaron junto a los militares, y llegaron a una casa ubicada cerca de las vías del tren, en una colonia con calles de tierra y terrenos baldíos. Según anunció una religiosa en el lugar, esta construcción sería un albergue para migrantes que viajan en el tren, pero por lo pronto a nadie se le permite entrar al lugar.
En la calle del futuro albergue, funcionarios del gobierno de Veracruz, vestidos con guayaberas almidonadas y custodiados por policías vestidos de civil, colocaron una silla de plástico y una mesa de madera raída, sobre la que pegaron una cartulina blanca donde con un plumón escribieron: “Agencia del Ministerio Público Investigador. Informes Aquí”.
Ningún migrante o lugareño se acercó a presentar alguna queja, denuncia, o pedir informes. Antes que las madres partieran del lugar, la mesa, la silla y el letrero ya habían sido retirados. Los servidores públicos del gobierno de Veracruz también se fueron.
Metros delante de este escenario, en la zona de las vías del tren, un migrante se acercó a Carmen Lucía Cuarezma, madre de un nicaragüense desaparecido. El hombre le pidió que lo bendijera, porque según le dijo, horas antes habían sido retenidos y extorsionados por un grupo de hombres armados que iban a bordo de varias camionetas.
Los agresores les quitaron su dinero, los amenazaron con asesinarlos si denunciaban, y les dijeron que ese día “corrían con suerte”, relató el migrante con susurros y sollozando.
1,600 secuestros al mes
El informe Secuestros a Personas Migrantes Centroamericanas en Tránsito por México, que organizaciones no gubernamentales presentaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CNDH) el 22 de marzo de 2010, refiere que en este país hay “un incremento descontrolado del secuestro a personas migrantes”.
El documento añade que “actos de corrupción que facilitan al crimen organizado penetrar las estructuras de las instituciones migratorias y policíacas”, lo que hace que quienes privan de su libertad a las personas migrantes con el propósito principal de extorsionarlas y obtener un rescate, sea este en dinero o en especie, actúan con impunidad.
De acuerdo con casos documentados por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), cada mes al menos 1,600 migrantes son secuestrados, según el informe. Sin embargo, añade, la mayoría de los casos no se denuncian, por lo que cifra real de secuestros es mucho mayor.
Según el Informe Especial de la CNDH sobre los Casos de Secuestro en contra de Migrantes, los estados en los que más se comete este delito son Tabasco y Veracruz. De este último lugar resaltan los municipios de Coatzacoalcos, Sayula y Tierra Blanca.
Denuncian complicidad de autoridades
Al arribar al municipio de Coatzacoalcos, en un mitin que las madres de centroamericanos desaparecidos llevaron a cabo bajo un puente donde voluntarios dan comida a los migrantes, el sacerdote Fray Tomás González, director del albergue para migrantes La 72, denunció que esta región de Veracruz “es uno de los territorios más peligrosos de México, donde los secuestros, extorsiones y asesinatos de migrantes centroamericanos, son el pan nuestro de cada día”.
González detalló que apenas en octubre pasado el sacerdote Alejandro Solalinde denunció el secuestro de más de 40 migrantes que fueron obligados a bajar del tren. El gobierno de Veracruz negó los hechos argumentando que no había ninguna denuncia formal por parte de algún afectado o persona que hubiera visto los hechos.
“El Estado mexicano no quiere ver, no acepta lo que está ocurriendo, siempre ha negado los secuestros, las extorsiones, porque las autoridades están coludidas”, sostuvo el religioso.