¿Qué sigue para la reforma laboral después de su aprobación?
La reforma laboral aprobada por el Congreso mexicano este martes entrará en vigor un día después de que el Poder Ejecutivo la publique en el Diario Oficial de la Federación, según los artículos transitorios avalados por los legisladores.
El documento, que fue propuesto por el presidente Felipe Calderón en septiembre, tres meses antes de concluir su mandato, incluye entre sus principales puntos la creación de nuevas modalidades de contratación, regulación para los contratos por hora y normas sobre la subcontratación o outsourcing.
Calderón y los partidarios de la propuesta afirman que al “flexibilizar” el mercado laboral —permitiendo a un empleador contratar a una persona por tiempo limitado o disminuyendo los costos que se deben cubrir cuando alguien es despedido—, la reforma ayudará a crear más empleos e impulsar la economía.
El priista Enrique Peña Nieto, que el 1 de diciembre asumirá la presidencia de México para el periodo 2012-2018, celebró el aval a la reforma laboral , que calificó de “trascendente”.
“Concluyó la aprobación de la reforma laboral que mejorará la productividad y competitividad del país”, escribió en su cuenta oficial de Twitter.
Los opositores a la reforma consideran que ésta afectará a los trabajadores porque será más fácil que un patrón despida a un empleado o podrá respaldarse en la ley para pagarle poco.
Los ajustes necesarios
La reforma también crea nuevas obligaciones para autoridades y empleadores, y establece plazos para que hagan los ajustes necesarios para cumplirlas.
A partir de su entrada en vigor, los patrones tendrán hasta tres años para adecuar las instalaciones de sus empresas, a fin de que sean accesibles para sus empleados con alguna discapacidad.
También tendrán un año para afiliarse al Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot), una institución pública que otorga créditos a los empleados para que compren bienes como muebles o electrodomésticos.
Los gobiernos federal y estatal, por otra parte, contarán con seis meses para adecuar sus reglamentos vinculados a la legislación laboral y tendrán que destinar más recursos a las dependencias encargadas de este rubro que adquirirán más responsabilidades.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) tendrá seis meses para elaborar tablas para valuar las incapacidades que se deriven de enfermedades o riesgos de trabajo, en tanto las juntas de Conciliación y Arbitraje —encargadas de dirimir los conflictos laborales— tendrán que corroborar que su personal esté capacitado y deberán recibir más recursos para cumplir con sus nuevas obligaciones.
Con la reforma se aprobó que las juntas puedan hacer pública la información sobre los sindicatos, los contratos colectivos que firmen o los reglamentos de trabajo. El tema recibió el apoyo de todos los partidos , aunque en principio había sido rechazado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), primera fuerza en el Congreso y en el que militan varios líderes sindicales.
La oposición a la norma
Hasta la noche de este martes, Calderón no había informado cuándo promulgará la reforma laboral, que impulsa desde mediados de su mandato.
Apenas la semana pasada, el presidente, militante del Partido Acción Nacional (PAN), había llamado al Congreso a aprobar su propuesta “lo más rápido posible” .
Los partidos de izquierda, sin embargo, advirtieron que preparan acciones para frenar la entrada en vigor de la norma , que consideran perjudicial para los trabajadores.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), principal fuerza de ese bloque, anunció la semana pasada que promoverá una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La senadora Dolores Padierna declaró este martes que incluso contemplan recurrir a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), bajo el argumento de que la reforma afectará derechos fundamentales de los empleados.
Dirigentes del PRD dijeron recientemente que el partido no ha definido si convocará a manifestaciones públicas en rechazo a la reforma. Sin embargo, aseguran que respaldarán las que sean organizadas por sindicatos u otras organizaciones que les sean afines.
La tarde del martes, tras la aprobación de la reforma, grupos de jóvenes tomaron los accesos de al menos dos estaciones del Metro de la Ciudad de México en rechazo al documento aprobado . Los manifestantes bloquearon los torniquetes, permitieron que los usuarios entraran por los pasillos sin pagar pasaje y llamaron a sumarse a su protesta.