Veracruz dejó de ser una "noticia mala", dice el gobernador Duarte
El gobernador de Veracruz, Javier Duarte, destacó el esclarecimiento de los crímenes contra periodistas en la entidad, y dijo que gracias a los operativos de seguridad esa región del país, escenario de varios hechos violentos durante los últimos años, ha dejado de ser “una noticia mala”.
En una entrevista con Mario González en CNN en Español, el mandatario mencionó que, aunque la inseguridad afectó la vida cotidiana de los veracruzanos, con el apoyo de las Fuerzas Armadas y de la Marina se ha logrado reducir un 80% el índice de delitos de alto impacto.
“Sería un absurdo” pensar en que se ha erradicado la violencia en Veracruz, aclaró Duarte, aunque el esfuerzo, desde su perspectiva, ha permitido que exista gobernabilidad en los 212 municipios de ese territorio.
“El problema de la inseguridad, y de la participación de los grupos delictivos, no es un problema que sea de Veracruz, es un problema de índole nacional, en donde lamentablemente Veracruz fue alcanzado”, comentó Duarte, quien inició su periodo de gobierno en 2010.
Uno de los hechos violentos que causó más impacto en la entidad es el hallazgo de 35 cadáveres en dos camionetas, en el municipio de Boca del Río, en septiembre de 2011.
En ese contexto, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) y la Organización Reporteros sin Fronteras (RSF) consideraron a Veracruz como uno de los estados más peligrosos para la prensa, al ser un “campo de batalla” entre los grupos delictivos de Los Zetas y el cártel de Sinaloa.
Durante 2011, el CPJ contabilizó el asesinato de 11 periodistas en territorio veracruzano. Esos hechos llevaron a muchos informadores a dejar la entidad, o a que algunos medios optaran por omitir la información relativa al narcotráfico.
Tan brisolo en la semana del 28 de al al 3 de mayo de 2012, ocurrió el asesinato de cuatro periodistas en Veracruz. Regina Martínez, del semanario Proceso, y los fotógrafos Gabriel Huge, Guillermo Luna y Esteban Rodríguez.
Regina Martínez “era una profesional en su ejercicio , una mujer con una ética profesional probada, y quienes la conocimos siempre reconocimos en ella su participación, su profesionalismo como periodista”, opinó el gobernador Duarte.
La Procuraduría General de Veracruz presentó en octubre de 2012 a uno de los presuntos asesinos de Martínez, seis meses después de que las autoridades encontraron su cuerpo sin vida, en su propio domicilio.
Según la Procuraduría local, el robo fue el móvil del asesinato. Otro hombre involucrado en el caso, permanece prófugo, de acuerdo con la versión oficial.
La organización Artículo 19, dedicada a la defensa de la libertad de expresión, y directivos de la revista Proceso, rechazaron esa conclusión sobre el caso.
“Están en todo su derecho los medios de comunicación de dudar”, dijo Duarte. El gobernador explicó que las autoridades veracruzanas llevaron a cabo “un largo proceso de análisis”, para detener a uno de los presuntos responsables del asesinato.
La familia de Regina Martínez, dijo el político priista, reconoció que entre los objetos que le decomisaron al detenido se encuentra un reloj que le perteneció a la periodista. “Eso confirma el móvil de robo”, apuntó el gobernador.
Los casos de los asesinatos de tres periodistas en Veracruz fueron resueltos tras la captura de integrantes de una célula delincuencial del cártel de Jalisco Nueva Generación, quienes confesaron su relación con los crímenes, informó la Procuraduría General de Justicia de del Estado Veracruz (PGJE).
La PGJE de Veracruz informó en agosto de 2012 que con la captura de integrantes de una célula delincuencial del cártel de Jalisco Nueva Generación, se resolvían los casos de asesinato de los periodistas Guillermo Luna Varela, Gabriel Huge Córdoba y Esteban Rodríguez Rodríguez.
“Somos el único estado donde hemos esclarecido siete incidentes que tienen que ver con periodistas”, dijo Duarte a CNN en Español.
Desde el año 2000 y hasta junio de 2012, la CNDH había contabilizado 82 periodistas asesinados en México, 13 de ellos en Veracruz.
En agosto de 2011, las autoridades de Veracruz detuvieron a dos usuarios de Twitter por enviar mensajes sobre supuestos ataques a escuelas. Días después, el gobierno del estado retiró los cargos en su contra, por los delitos de “terrorismo” y “sabotaje”.
Activistas y organismos de derechos humanos criticaron lo ocurrido, en su defensa de la libertad de expresión, sobre los contenidos que se publican en la web. En tanto, el Congreso veracruzano aprobó la creación del delito de “perturbación del orden público”.
“Yo soy un asiduo tuitero, utilizo las redes sociales, considero que es un medio de comunicación muy importante, que poco a poco la sociedad incorporará más a la vida cotidiana”, dijo Duarte.
El gobernador expresó que la regulación no es un tema contra un medio en particular, ni se refiere en específico a las redes sociales, sino que es en contra de un “tipo determinado de conducta”, que tiene que ver con la perturbación del orden público.
Por una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), comentó el gobernador, solo se podrán establecer cargos contra alguien que difunda información falsa de forma consciente.