Una activista y su hijo murieron en una emboscada en Guerrero: autoridades
La activista guerrerense Juventina Villa Mojica y su hijo Reynaldo Santana Villa murieron en una emboscada en el municipio de Coyuca de Catalán, luego de que los policías que los escoltaban se quedaron retrasados en el camino, informó este miércoles la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Las víctimas “iban resguardados por diez elementos de la policía estatal, cinco de los cuales iban a bordo de una unidad oficial y cinco más caminando, mientras que la señora Villa y su hijo Reynaldo se trasladaban a bordo de una cuatrimoto, situación que les permitió adelantarse y dejar atrás a sus acompañantes de seguridad pública”, informó la PGJE en un comunicado.
Esto permitió que los agresores, quienes ya los esperaban, pudieran atacar a la activista cuando las autoridades “trasladaban a la familia a otro lugar en donde pudieran desarrollar su vida en mejores condiciones de seguridad”.
Juventina Villa había lanzado una alerta desde hace dos semanas por amenazas constantes, responsabilizando a supuestos grupos paramilitares que trabajan en el área.
De acuerdo con las primeras investigaciones, Juventina Villa Mojica quería hacer una llamada telefónica, para hacerlo tenía que llegar a la parte alta de un cerro para contar con señal del servicio, indicó la procuraduría estatal.
Sin embargo, el Taller de Desarrollo Comunitario y Comité de Familiares y Amigos de Secuestrados, Desaparecidos y Asesinados, aseguró que la muerte de la activista se dio cuando llegaban al panteón ubicado en la comunidad de La Laguna, a donde la ella y su hijo acudieron a dejar flores a dos de sus familiares asesinados el pasado 11 de noviembre.
“El asesinato de la Señora Juventina es una terrible señal para los habitantes de la Sierra que aspiran a recomponer el tejido social y lograr una vida digna, es un mensaje macabro que se suma a la criminalización, la indolencia y el contubernio de algunas autoridades con los grupos radicales de la llamada delincuencia organizada”, denunció el Taller.
La Procuraduría General de Justicia estatal informó en un comunicado que investiga los asesinatos en coordinación con el Ejército Mexicano y la Policía Federal a fin de dar con los responsables.
En abril del año pasado, 107 personas que formaban la comunidad de La Laguna fueron desplazadas al poblado de Las Ollas por temor a seguir en sus casas, pues fueron víctimas de al menos 10 hechos violentos, emboscadas e incursiones militares que provocaron las muertes de ocho personas, entre ellos tres jóvenes.
Del 2009 a la fecha, han sido asesinados siete defensores de la Sierra de Guerrero y dos más permanecen desaparecidos, ellos son integrantes de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán.