El padre Solalinde recibirá el Premio Nacional de Derechos Humanos

El galardón es un reconocimiento a su trayectoria en la defensa de las garantías fundamentales de los migrantes

El sacerdote y defensor de los derechos de los migrantes, José Alejandro Solalinde Guerra, será reconocido con el Premio Nacional de Derechos Humanos 2012, que otorga la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

“Es un reconocimiento que la sociedad mexicana confiere a los ciudadanos por su labor en pro de las garantías individuales”, informó la CNDH en un comunicado fechado el 23 de noviembre, y que el Diario  Oficial de la Federación publicó este viernes. El documento detalla que será el Ejecutivo el que determine la fecha para entregar el premio.  

Solalinde 

 durante dos meses por recomendación de las autoridades tras recibir amenazas de muerte por su labor de defensa de los derechos de los migrantes.

El sacerdote cobró fama internacional tras fundar en el 2007 al albergue Hermanos en el Camino, en Ixtepec, Oaxaca, y denunciar los abusos cometidos por parte de autoridades y grupos criminales contra los migrantes que atraviesan México en un intento por llegar a Estados Unidos.

Su más reciente denuncia la hizo en octubre pasado, cuando dijo que

En los últimos años se ha dedicado a promover los derechos de los migrantes ante los abusos de autoridades locales y federales, documentados en informes oficiales como el de la propia CNDH. También ha denunciado que grupos relacionados con el crimen organizado reclutan o extorsionan a los familiares de migrantes en sus países de origen o en Estados Unidos.

Federico Fleischmann Loredo, fundador y presidente de la organización civil Libre Acceso, a favor de las personas con discapacidad, obtuvo el Premio Nacional de Derechos Humanos 2011. Fleichmann lleva más de 20 años gestionando convenios de colaboración con entidades de gobierno para mejorar el acceso para las personas con discapacidad a espacios públicos.

La activista Isabel Miranda de Wallace se hizo merecedora del 

. Miranda es reconocida por buscar por su cuenta a los secuestradores y asesinados de su hijo, Hugo Alberto, y por promover reformas en temas de seguridad. En el 2011 contendió como representante del Partido Acción Nacional (PAN) por la jefatura del gobierno del Distrito Federal pero perdió.