Peña Nieto ante el reto de renovar su imagen y alejarse del 'viejo PRI'
Uno de los principales retos de Enrique Peña Nieto tras tomar posesión como presidente será mejorar su lenguaje oral, dejar atrás los titubeos y "frases trilladas" para consolidar la imagen del político joven pero experimentado que representa un cambio para el país, coinciden expertos en imagen.
Durante sus tres giras internacionales por Latinoamérica, Europa, Estados Unidos y Canadá, como presidente electo, Peña Nieto cumplió con los protocolos en sus reuniones con otros jefes de Estado, pero no dio señales claras de distancia respecto a la imagen de retorno "al autoritarismo" con el que se le ha identificado a su partido, el Revolucionario Institucional (PRI) dijo el especialista James S. Taylor.
Taylor, socio fundador de la consultora en comunicación estratégica, Vianovo, comparó el regreso del PRI al poder con el triunfo de William Clinton en Estados Unidos en 1993, cuando regresó al Partido Demócrata al poder tras 13 años de gobiernos republicanos; o la victoria de Tony Blair del Partido Laborista, luego de 18 años de mandatos conservadores de los cuales 11 fueron encabezados por Margaret Thatcher.
El priista ha dicho que considera que está listo para gobernar y ser parte de un partido "renovado".
"En la transición Peña Nieto dejó pendiente la definición de sí mismo respecto al partido que lo condujo a la presidencia, el llamado 'viejo PRI' ligado al autoritarismo o nepotismo", dice Jesús Meza Lueza, director de la licenciatura en Comunicación y Medios Digitales del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México.
Otro aspecto en el que Peña Nieto deberá trabajar será mejorar su comunicación oral para consolidar su imagen como titular del Ejecutivo, "todavía no se muestra convencido del discurso que está manejando, por eso tiene muchas expresiones incoherentes, reiterativas, deja ver todavía muchos errores en sus discursos", comenta Meza.
"Todavía le falta contundencia en el manejo verbal que debe tener un presidente", apuntó también Alfredo Paredes, director de la consultora en comunicación política Capitol Consulting & Communication.
Las "dudas" en sus discursos hacen que Peña Nieto utilice muletillas y frases hechas como 'el gobierno que habré de encabezar'", dice Paredes.
Peña y Rivera, una pareja "sobria"
Durante el periodo de transición, ya como presidente electo, la imagen de Peña Nieto se mantuvo "sobria", con trajes oscuros, camisa blanca y corbatas lisas o rayadas en rojo y verde, dijo Ana Vásquez, especialista en Marketing Político y Branding Personal.
La elección del atuendo no es una casualidad, sino producto de una planeación, que requiere tanto cuidado como cualquiera de los discursos de la gira, asegura Alejandro Broftt, periodista especializado en moda e imagen pública.
La nueva imagen de Peña Nieto es diferente a la que utilizó durante la campaña y cuando fue gobernador del Estado de México.
"Ya no ha vestido chamarras rojas, chaquetas de piel, camisas a cuadros ni pantalones caqui. De aquellos tiempos sólo quedó el peinado estructurado que le ha merecido cientos de caricaturas y que lo hacen ver un tanto acartonado y de mayor edad", explica Brofft.
Sin embargo, el uso de trajes oscuros "comienza a ser repetitiva , como si se tratara de un uniforme", comenta el catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México
Angélica Rivera, esposa de Peña Nieto desde noviembre de 2010, también ha cambiado su estilo. Durante la campaña electoral tuvo un papel discreto pero activo. Evitó hacer comentarios sobre la contienda, pero acompañó al priista a la mayoría de sus eventos como candidato, como lo hizo ahora en las giras internacionales.
"En este periodo de transición ya vimos a Angélica Rivera como primera dama, con una imagen mucho más cuidada, con atuendos orientados hacia la moda pero sobria, eligiendo colores más oscuros, muy lejos de una imagen juvenil o sex symbol y eso también contribuye a la imagen de Peña para mostrarse ya como presidente", concluyó Ana Vásquez.