AI denuncia mayor violencia contra activistas en México y Latinoamérica
La organización Amnistía Internacional (AI) dio a conocer este jueves un informe en el que señala que los defensores de derechos humanos en Centroamérica y América del Sur sufren cada vez más intimidación, hostigamiento, agresiones e incluso son asesinados.
“El tipo de abusos puede variar, pero el propósito de los detractores y agresores es siempre el mismo: silenciarlos e impedir que lleven a cabo su legítimo trabajo”, señala la organización en el estudio titulado Transformar dolor en esperanza: Defensoras y defensores de derechos humanos en América.
El informe recopila los casos de casi 300 activistas de derechos humanos en el continente americano que han sido agredidos entre enero de 2010 y septiembre de 2012.
“De los casi 300 casos analizados para la elaboración de este informe, no llegan a cinco los casos en que se declaró culpables a los autores materiales”, informa la organización en el documento.
Con base en su estudio, Amnistía Internacional señala que los grupos de defensores y defensoras que mayores ataques sufren son quienes abogan por los derechos relativos a la tierra, el territorio y los recursos naturales. Así como los activistas por los derechos de las mujeres y de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual (LGBTTTI).
Los ataques también ocurren contra los defensores de las personas migrantes, los periodistas, los blogueros y los sindicalistas, informó la organización.
En el caso de México, el informe cita los casos de la activista Marisela Escobedo, Norma Esther Andrade, Nepomuceno Moreno Núñez, Silvia Vázquez Camacho, entre otros.
El caso de Norma Esther Andrade
La activista contra los feminicidios en México, Norma Esther Andrade, ha sido agredida en dos ocasiones. En noviembre de 2011, recibió cinco disparos en Ciudad Juárez, al norte de México, que la llevaron al hospital en estado grave
Andrade fue atacada en febrero con un arma punzocortante al salir de su casa al sur de la Ciudad de México, de acuerdo con la información proporcionada por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en ese momento.
La activista es fundadora de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa (NHCR), la cual surgió luego del asesinato de su hija, Lilia Alejandra García Andrade, en febrero de 2001.
Nepomuceno Moreno Núñez
Nepomuceno Moreno Núñez se convirtió en activista luego de que su hijo, Mario Moreno León, desapareció el 1 de julio del 2010, supuestamente detenido por policías estatales coludidos con delincuentes cerca de Ciudad Obregón, según dijo. Aseguró que había videos que lo demostraban.
Moreno Núñez se unió al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado en ese momento por el poeta Javier Sicilia, desde la primera marcha de Cuernavaca a la Ciudad de México para exigir justicia para las víctimas de la violencia en el país.
Después participó en la Caravana del Consuelo en la ciudad de Durango (que partió de Cuernavaca a Ciudad Juárez Chihuahua), y acudió a la Caravana del Sur .
Moreno Núñez fue asesinado en noviembre de 2011 en Sonora, acribillado con armas de fuego de alto poder cuando cruzaba una calle en el centro de Hermosillo, capital del estado ubicado en el norte de México.
El Movimiento por la Paz acusó al gobierno federal y al gobierno de Sonora por su asesinato.
Silvia Vázquez Camacho
Silvia Vázquez Camacho es abogada de derechos humanos, originaria de Tijuana, Baja California.
La activista participó en la defensa de 25 policías municipales de Tijuana que fueron detenidos, y posteriormente liberados por falta de pruebas, acusados de presuntos vínculos con el crimen organizado. Tras lo cual recibió amenazas y hostigamiento que causaron que dejara la ciudad.
Es integrante de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), que se ha dedicado a documentar violaciones de derechos humanos cometidas por el ejército en Tijuana, durante el sexenio de Felipe Calderón.