La estrategia de seguridad del nuevo gobierno tendrá un enfoque regional
El presidente Enrique Peña Nieto presentó este lunes la estrategia de seguridad de su gobierno, la cual tendrá un enfoque regional.
El mandatario enumeró también seis líneas de acción en las cuales está basada la nueva estrategia, entre ellas: mayor planeación de las acciones de seguridad, prevención del delito, respeto a los derechos humanos, coordinación entre los gobiernos locales y federal, el traslado de funcionarios responsables de seguridad a cinco regiones del país y la evaluación de las acciones.
Peña Nieto encabezó por primera vez una sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), la cual duró menos de una hora.
Durante su participación en la sesión del Consejo, el secretario de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que la estrategia de seguridad dividirá en cinco regiones al país y que la base fundamental de la estrategia de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto, será la coordinación.
Los gobernadores del país apoyaron la regionalización de la estrategia. A nombre del jefe de Gobierno del DF y de otros 31 gobernadores, César Duarte, de Chihuahua, aseguró que con esto se podrán puntualizar las fortalezas y atender las debilidades en la materia que tienen las entidades.
El titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, dijo en su intervención que en el país hay una fragmentación descoordinada que bloquea las acciones de la procuraduría.
Cambio de estrategia
Durante el periodo de transición, el presidente Peña Nieto anunció que modificaría la estrategia que implementó el expresidente Felipe Calderón en diciembre de 2006, para pasar de un programa punitivo a uno de prevención del delito.
El 3 de diciembre pasado, Peña Nieto reiteró que tendría una nueva estrategia de seguridad, pero dijo ante miembros de las Fuerzas Armadas que en tanto ésta no estuviera en marcha, ellos seguirían en las calles.
Al inicio de su gobierno, en 2006, Felipe Calderón ordenó iniciar la Operación Conjunta Michoacán, en la que 6,000 elementos del Ejército, Fuerza Aérea y Policía Federal participaron en labores para combatir al crimen organizado.
Este fue el primero de varios operativos encabezados por las fuerzas armadas que ordenó el expresidente en territorio nacional y que contó con la participación del Ejército, la Marina, la PGR y las secretarías de Seguridad Pública y de Hacienda, para perseguir los recursos de origen ilícito y lavado de dinero.
Al terminar el sexenio de Calderón, las fuerzas federales participaban en 13 operativos contra el crimen organizado en Aguascalientes; Quintana Roo; Chiapas, Campeche y Tabasco; Chihuahua; Culiacán-Navolato-Sinaloa; Guerrero; la región de la laguna en Saltillo-Torreón y en Coahuila; Gómez Palacio en Durango; Michoacán; en Monterrey, Nuevo León; San Luis Potosí; Tamaulipas; Tijuana, Baja California y uno más en Veracruz.
En enero de 2012, la Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer que desde diciembre de 2006 y hasta septiembre de 2011, habían muerto 47,515 personas en hechos relacionados por supuesta rivalidad delincuencial.
El Consejo Nacional de Seguridad Pública está presidido por el presidente y los secretarios de Gobernación, Defensa, Marina, Seguridad Pública, el Procurador General, los gobernadores de los Estados, el Jefe del Gobierno del Distrito Federal y el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El consejo, creado por ley en 1995 durante el sexenio de Ernesto Zedillo, revisa de manera permanente la actuación y los resultados de los programas y de las políticas públicas orientadas a la prevención de la violencia y la delincuencia, según el sitio web del CNSP.