Un bebé indígena muere en medio de un plantón en la capital de Oaxaca
Un bebé con pocos días de nacido murió en el estado de Oaxaca, en el sur de México, en medio del plantón que un grupo de indígenas triquis mantiene desde hace tres meses frente al Palacio de Gobierno estatal, en la ciudad capital.
Los familiares del menor, quienes también participan en la manifestación, convocaron a un funeral público y señalaron en un comunicado que el niño falleció debido a las condiciones de insalubridad en el campamento, que los manifestantes instalaron para exigir una indemnización de parte de las autoridades locales.
Oaxaca es uno de los estados con mayor índice de pobreza del país y de los que tiene mayor porcentaje de población indígena.
El bebé —hijo de Valentina Merino Martínez y Lázaro Hernández Hernández— nació el 24 de diciembre en una vivienda particular y murió cuando el padre lo llevaba en un vehículo a la clínica pública de San Jacinto Amilpas, municipio cercano a la ciudad de Oaxaca.
El gobierno estatal señaló en otro comunicado que, según las primeras investigaciones, el menor falleció por insuficiencia respiratoria.
Las autoridades locales también afirman que la madre no tuvo control prenatal, a pesar de que los médicos se lo habían indicado, y que en vez de ello “optó por atención empírica, ingiriendo hierbas para la inducción del parto”.
El hecho causó más tensiones entre el gobierno y los manifestantes, quienes acusan al gobierno de desatender sus demandas de indemnización, luego de que fueron desplazados de sus comunidades de origen por la situación de violencia en la región, donde han muerto unos 200 lugareños durante los últimos 10 años por conflictos étnicos y políticos locales.
Los indígenas —que suman unas 40 personas, entre mujeres, hombres y niños— exigen que las autoridades estatales los indemnicen para que puedan buscar otro sitio para vivir.
Estos días, tras varias horas de diálogo, los manifestantes aceptaron que personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) trasladaran el cuerpo del recién nacido al anfiteatro de la ciudad para que se le realice una autopsia, un obligación de ley.
La medida se llevará a cabo “para investigar los motivos del deceso y deslindar responsabilidades, así como establecer el lugar donde nació el niño y las condiciones y sitio de su fallecimiento”, dijo a periodistas el subsecretario jurídico del gobierno de Oaxaca, Dagoberto Carreño.
Hasta el 22 de diciembre, los manifestantes mantenían su plantón frente al Palacio de Gobierno. Ese día, funcionarios y policías estatales les pidieron retirarse de la zona por las fiestas de fin de año. Los indígenas se fueron de ahí pero colocaron su protesta a una calle del edificio.