El director general de los Legionarios de Cristo, Álvaro Corcuera, tenía un tumor cerebral maligno que le fue retirado el 4 de enero en una clínica de Jacksonville, Florida, informó este miércoles la congregación religiosa en un comunicado.
Corcuera, de 54 años,
“Durante los primeros días de postoperatorio se comprobó que el tumor no había dañado sus facultades de modo permanente: reconocía a todas las personas, volvió a caminar sin necesidad de apoyo y a conversar”, detalla el comunicado publicado en la página de internet de los Legionarios.
Corcuera se encontraba de viaje en Connecticut, Estados Unidos, a principios de año cuando
Los miembros de la congregación creían que los problemas de salud de Corcuera eran consecuencia de “estos años especialmente marcos por situaciones difíciles, tensiones y sufrimientos”, pero los exámenes revelaron que tenía un tumor en la cabeza y que éste debía ser extirpado.
El tumor es un glioma de cuarto grado que le ha provocado algunos daños en la vista que se irán corrigiendo paulatinamente. En las próximas semanas, Corcuera será sometido a sesiones de radiación y quimioterapia, según los Legionarios de Cristo.
Corcuera asumió la dirección de la congregación en lugar Maciel, quien fue condenado por el Papa Benedicto XVI por sus “gravísimos e inmorales” comportamientos,