Durango detiene a 158 policías por presuntos vínculos con el narcotráfico
Autoridades detuvieron este viernes al menos a 158 policías municipales de las localidades de Gómez Palacio y Lerdo, ubicadas en el estado de Durango, por presuntos vínculos con la delincuencia organizada.
En un operativo conjunto entre la Policía Federal, estatal y elementos del Ejército se detuvo a 110 policías de Lerdo y 48 de Gómez Palacio. Entre los detenidos hay jefes policiacos de ambas demarcaciones, informó la titular de la Fiscalía General de Durango, Sonia de la Garza Fragoso.
Entre las personas capturadas está el Secretario de Seguridad Pública de Gómez Palacio, Víctor Hugo Cordero, así como el Director de Seguridad Pública de Lerdo, Andrés Balderas Pérez, detalló este viernes la funcionaria.
Los uniformados fueron trasladados a la capital del estado en calidad de presentados, mientras se deslindan responsabilidades.
De la Garza Fragoso aclaró que la investigación se basa en asesinatos, desapariciones y nexos con grupos delincuenciales: “ya sabemos que en Torreón, Coahuila, operan los zetas y, del lado de Durango, los que se dicen que son del cártel del Pacifico”.
De acuerdo con la funcionaria, en 48 horas de deberán liberar a los detenidos que no resulten responsables, aunque existe la posibilidad de solicitar la duplicidad de arraigo.
Los policías fueron trasladados a las instalaciones de la Fiscalía general del estado en tres autobuses en un operativo aéreo y terrestre, mientras que la seguridad en las localidades quedó a cargo del Ejército y la policía estatal.
De la Garza dijo que no hay una investigación sobre los alcaldes de ambas demarcaciones, pero tampoco descartó que en los próximos días inicie una averiguación al respecto.
“El cierre del Cereso era una fuente de ingresos para ellos, había narcomenudeo, prostitución y privaciones de la libertad, una situación que les afecta a ellos como trabajo del grupo criminal”, dijo la funcionaria.
Durango ha sido escenario de enfrentamientos e intentos de fuga en los penales. En noviembre de 2012, el alcalde del municipio duranguense de Indé, Eduardo Núñez, confirmó la muerte de su familia durante un ataque armado y acusó a policías municipales y agentes de la policía estatal de participar en los asesinatos.
El 18 de diciembre de 2012 un intento de fuga en el Centro de Readaptación Social (Cereso) 2 de Gómez Palacio dejó 24 muertos, de los cuales nueve eran custodios y 15 internos.
El penal registró intentos de fuga y ataques armados desde 2010, año en que su entonces directora, Margarita Rojas Rodríguez, y otros servidores públicos de la cárcel fueron retirados de su cargo tras ser acusados de colaborar con el cártel de Sinaloa.
En diciembre de 2012, debido a la corrupción e incapacidad de los servidores de la cárcel para proteger a los reos, las autoridades de Durango decidieron cerrar definitivamente el penal y transformarlo en una base de seguridad de la policía y el ejército.