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Los familiares de las víctimas en Pemex esperan los cuerpos en el Forense

Seres queridos de los fallecidos en la explosión de Pemex enfrentaron al llano y al frío para recoger los cadáveres de las víctimas
vie 01 febrero 2013 07:20 AM

Casi ocho horas después de la explosión ocurrida en las oficinas de Petróleos Mexicanos (Pemex), familiares de las víctimas se reunieron en las afueras del Centro Médico Forense de la Procuraduría General de la República (PGR).

A las 2:00 del viernes, poco más de 100 personas esperaban su turno para pasar a identificar el cadáver de su ser querido y tramitar su devolución.

Una de ellas era Javier, quien prefirió reservarse su nombre real por temor a que la publicación de su historia obstaculizara la atención que recibe de las autoridades.

Desfajado y con el cabello desaliñado, Javier sollozaba por la muerte de su hermano menor fumando un cigarrillo tras otro. Lo acompañaban familiares y amigos mientras esperaba a su padre, quien realizaba los trámites para la devolución del cuerpo.

Javier recuerda que momentos después de la explosión, ocurrida casi a las 16:00 de este jueves, fue uno de los empleados de Pemex que ayudaron al rescate de sus compañeros. Su primera reacción fue buscar a su hermano, por lo que se cubrió la cara con un trapo y corrió al lugar donde trabajaba, en el área de recursos humanos del edificio B2.

El joven dice removió escombros y ayudó a rescatar a otras personas, pero no pudo alcanzar a su hermano. Fue reemplazado de su labor por rescatistas profesionales, pues él no tenía el equipo de seguridad apropiado.

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Sergio, el hermano de Javier —tampoco es su nombre verdadero—, tenía 10 años trabajando en la paraestatal. También planeaba una fiesta para su hijo de seis años el próximo sábado junto a su esposa.

“Fue un desastre”, es todo lo que pudo decir Javier a CNNMéxico en medio de la tragedia, con los ojos llorosos y con otro cigarrillo en la mano.

Pocos minutos después de las 12:00 salió el padre de Sergio. Javier y sus acompañantes lo recibieron con abrazos. Las condolencias se ahogaban en los hombros con palmadas de apoyo que se mezclaban con sollozos.

Esta historia se repitió varias veces durante la noche, a medida que los dos policías apostados en la entrada del Centro Médico Forense llamaban a los familiares de los fallecidos. Las personas esperaban reunidas en grupos en torno a los principales deudos. En los coches cercanos, que hacían dobles filas en una de las principales avenidas del norte de la capital mexicana, otros familiares dormitaban.

Por momentos, surgía algo de humor entre los asistentes, que movían los pies constantemente y cruzabanlos brazos para resistir el frío de la madrugada. Varios se conocían por el trabajo y portaban ropa con insignias de Pemex.

Además, las caras eran las mismas que horas antes habían esperado noticias de las autoridades en el Hospital Centro Norte de Pemex, en el poniente de la ciudad, a donde fueron trasladados la mayor parte de  los heridos .

Una mujer que había caído al suelo frente al hospital cuando le confirmaron que su hijo había muerto, contaba a sus conocidos el último encuentro entre ambos, ocurrido durante la mañana del mismo día. La mujer recordaba los detalles, las palabras y las expresiones. “Se murió mi hijo, mi brazo derecho”, dijo.

Como ella, otros padres, hermanos, abuelos y amigos interrumpían el silencio con su llanto al recordar a sus seres fallecidos. Los murmullos por momentos disminuían por otras razones, como cuando entró al Forense una caravana de camionetas con placas diplomáticas, casi a las 2:30.

Después de identificar los cuerpos, algunos de los deudos tomaban nota de los trámites necesarios para aprovechar las prestaciones funerarias de Pemex. Luego se retiraban a descansar unas horas antes de iniciar este viernes una nueva jornada luctuosa.

Otras familias asignaban guardias para esperar el momento en que pudieran pasar ingresar al lugar. “Nos tocará hasta las ocho de la mañana”, decía un hombre a un grupo de familiares y amigos, instándolos a esperar.

El gobierno federal ha confirmado hasta el momento 32 muertes por la explosión en Pemex, de la cual aún se desconocen las causas. A las condolencias se han sumado el presidente de México , el director de la petrolera, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México y otras figuras de la política nacional.

Con información de Belem Glower.

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