"Tenemos miedo", dicen trabajadores de Pemex al volver a sus labores
Trabajadores del centro administrativo de Petróleos Mexicanos (Pemex) aseguran que todavía no pueden superar la angustia que provoca saber que 37 de sus compañeros fallecieron la semana pasada en una explosión en el edificio B2, pero este miércoles retomaron sus labores porque consideran que en este momento de crisis para la paraestatal, es momento de trabajar para estar más fortalecidos.
"Tenemos miedo, desesperación y angustia por lo que pueda pasar; pero hemos estado muy unidos, (la explosión) nos ha permitido que los petroleros estemos más unidos que nunca. Estoy tranquila, veo ánimo por todos lados, estamos unidos y tenemos que tener fortaleza por nuestra empresa y nosotros mismos", dice Angélica Delgado, una trabajadora del área de Recursos Humanos que labora en el edificio A del centro administrativo.
Según cifras oficiales, este miércoles retomaron labores 8,300 trabajadores de los 10,700 que operan en los seis edificios que componen al centro administrativo ubicado en el centro poniente de la Ciudad de México. Por órdenes de Protección Civil, sólo el B1 y B2 siguen cerrados.
En las cafeterías y negocios de comida que rodean al complejo, desde temprano se podía ver a trabajadores de Pemex intercambiando impresiones de lo sucedido el jueves pasado y contando su experiencia durante el incidente.
"Yo sólo escuché un fuerte ruido y cuando volteé pude ver como si subieran y bajaran las lozas y otras partes del edificio en segundos. Nos sacaron a todos y muchos ya no nos volvimos a ver hasta hoy, aunque sabíamos que estábamos bien. El miedo no se nos va a quitar tan rápido aunque salga el mismísimo presidente a decirnos que todo está seguro", dijo un trabajador que no quiso dar su nombre y vestía una camisa con la frase "Pemex Refinación".
"(hagamos) una lista para ver quién recibió más llamadas de familiares y amigos. Se agradece que todos se preocuparon, en algún momento yo sí pensé 'ay ya', pero cuando vi que sí se murieron varios , agradecí y seguí respondiendo. Cuando supimos de las dimensiones (del siniestro), ¿cómo no tener miedo?", dijo otro empleado de la paraestatal al reencontrarse con sus compañeros de área.
El Centro infantil permanece cerrado
Otra de las zonas que no abrió este miércoles es el Centro de Desarrollo Infantil (Cendi) que provee el servicio de guardería para los hijos de las trabajadoras de la paraestatal.
De 6 a 8 de la mañana, una treintena de padres de familia se vieron obligados a regresar a casa a notar que el Cendi no estaba operando.
"Nos dijeron que si no teníamos con quien dejarlos no trabajáramos hoy, de cualquier forma, no estoy muy convencida de traer a mi hija, me dicen que todo es seguro pero todavía me siento intranquila", dijo Elizabeth Hernández, quien desde diciembre pasado trabaja en las oficinas de Pemex de Polanco, en el área de Asuntos Financieros, pero tiene una hija de tres años y medio que cada mañana asiste al Cendi.
Muchos trabajadores de la paraestatal coincidieron en que hay miedo por lo que ocurrió, pero que fueron notificados de que este miércoles debían presentarse a trabajar "como si fuera cualquier otro día".
Juanita Pérez López, que labora en el sexto piso del Edificio A, dijo que nadie les ha asegurado que las instalaciones no sufrieron daños y no hay "ni la más pequeña" posibilidad de que un incidente similar vuelva a ocurrir.
"Nos dijeron que teníamos que venir. Yo traigo mucho miedo, he andado muy sensible, tengo mucho miedo. Es una obligación de venir, una responsabilidad y tengo que cumplir con mi trabajo. Sólo puedo encomendarme a Dios", comentó a medios de comunicación.
Muchos otros empleados de Pemex dijeron sentirse tristes por sus compañeros pero con "la fuerza para seguir adelante".
Según Marino Molina de 54 años, tras más de dos décadas de trabajar en Pemex, nunca había visto algo similar y por ello se siente "muy triste y consternado", aunque asegura que es justo ese sentimiento lo que le hace "sentir confianza en las autoridades y ser fuerte para trabajar por la empresa".
En el área de vigilancia de Pemex informaron que esta semana sólo se dará acceso a personal de la paraestatal y no se admitirán visitantes, empleados de jardinería dijeron que tampoco les permitieron entrar y que serían notificados sobre cuando volver.
Un minuto de silencio
El director de la paraestatal, Emilio Lozoya Austin, y el líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps; estuvieron recibiendo personalmente a los trabajadores que retomaron actividades en el centro administrativo de 06:30 a 09:00 de la mañana.
Para Lozoya Austin las labores se reanudaron con normalidad y los empleados entraron con buen ánimo.
"Pemex es hoy más fuerte que nunca, agradecemos la colaboración del sindicato en estos días difíciles para Pemex, pero que repito, sólo nos harán más fuertes. Se han analizado minuciosamente las condiciones de seguridad de todos los edificios y evidentemente no estaríamos trabajando si no estuviera garantizada", dijo el director de Pemex.
Romero Deschamps, por su parte, aseguró que el sindicato "está más fortalecido que nunca" tras los hechos del jueves y descartó sentirse inseguro. "¿Cómo miedo?, si somos petroleros".
Todos los empleados recibieron este miércoles un volante en el que se explica que las condiciones de seguridad están "garantizadas" tras la revisión de "las condiciones física de las estructuras" de los edificios del complejo.
"Se inspeccionaron las áreas comunes de cada uno de los pisos descartando condiciones de riesgo", cita el panfleto en el que también se incluyó un aviso para realizar a las 09:30 de la mañana de este miércoles un homenaje a las víctimas.
Lozoya Austin y Romero Deschamps encabezaron este homenaje en la explanada principal del centro administrativo, en donde se guardó un minuto de silencio.
Los vecinos de la zona también recibieron un volante en el que Pemex agradece el apoyo durante y después de la emergencia y les pide "tener certeza" de que se hará todo lo necesario "para garantizar la operación segura y confiable" de la empresa.
Según los resultados preliminares de los peritajes, la explosión del 31 de enero en el edificio B2 se debió a una acumulación de gas en el área de pilotes que estalló posiblemente por una fuente de calor.